La Audiencia imputa al expresidente de China por un delito de genocidio contra el Tíbet

Cuenta con el testimonio de un ciudadano español que ha declarado que fue objeto de la represión

MARGARITA BATALLAS / Madrid

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La Audiencia Nacional ha imputado al expresidente de China Hu Jintao por un delito de genocidio por los crímenes cometidos en el Tíbet. Los jueces sostienen que es uno de los máximos responsables de las políticas chinas en esta región tendentes "a hostigar a la población tibetana".

La sección cuarta de la Audiencia anula la decisión del juez Ismael Moreno que el pasado mes de junio se negó a investigar al expresidente chino. Sin embargo, el tribunal considera que esta sede judicial debe llevar a cabo esta investigación porque entre las víctimas figura un ciudadano español que ha declarado "la represión" de la que ha sido objeto. Además, los jueces han constatado que China no persigue judicialmente estos hechos.

Para los magistrados, Jintao es uno de los mayores responsables del genocidio en el Tíbet por "ser la persona de mayor rango tanto en el partido como en el Gobierno y porque fue jefe del partido para la región del Tíbet". Los jueces apoyan los argumentos del comité de apoyo al Tíbet que reclamó esta imputación.

El tribunal admite que se ha llevado a cabo una represión contra el Tíbet por parte de China desde 1988, cuando estas decidieron "llevar a cabo una serie de acciones conjuntadas para eliminar la propia idiosincrasia y existencia del país tibetano imponiendo la ley marcial". También llevaron a cabo "desplazamientos forzosos, campañas masivas de esterilizaciones, torturas de disidentes y traslados obligatorios de contingentes chinos para dominar y eliminar paulatinamente a la población autóctona del país tibetano".

Hu Jintao desempeñó entre 1988 y 1992 el cargo de secretario del comité del Partido Comunista y asumió la presidencia del país en el 2003. Por ello, los jueces sostienen que tuvo la capacidad orgánica "suficiente para dirigir una serie de acciones y campañas tendentes a hostigar a la población tibetana".