SEGURIDAD EN RÍO 2016

El atentado de Estambul dispara la alarma antiterrorista en Brasil en vísperas de los Juegos de Río

Operación policial en Río de Janeiro.

Operación policial en Río de Janeiro. / periodico

EDU SOTOS / RÍO DE JANEIRO

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Apenas un texto de 67 caracteres publicado en la red social Twitter el pasado mes de noviembre fue suficiente para hacer saltar todas las alarmas de los organizadores de los Juegos Olímpicos de Río 2016 que empiezan el próximo 5 de agosto. "Brasil, vosotros seréis nuestro próximo objetivo" fue el mensaje escrito por el francés Maxime Hauchard, más conocido como 'Abou Abdallah Al-Faransi' 'Abou Abdallah Al-Faransi'o simplemente 'El Francés'. Con apenas 23 años, este joven convertido al salafismo está considerado como una pieza clave de la estructura del Estado Islámico en Europa.

A 36 días exactos del inicio del mayor evento deportivo del planeta, la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) y la división antiterrorista de la Policía Federal controlan los movimientos de 30 brasileños sospechosos de estar relacionados con el islamismo radical. Con ayuda de la CIA), que en estos momentos mantiene varios equipos en activo en territorio brasileño, los agentes brasileños consiguieron interceptar los mensajes entre miembros del canal Nashir Portugués, una filial de la agencia de información del Estado Islámico, a través de la aplicación móvil Telegram.

Según la ABIN, los mensajes revelaron que la persona responsable por la gestión del canal era Ismael Abdul Jabbar Al-Brazili, alias 'El Brasileño, quien según los especialistas sería un miembro del Estado Islámico procedente del país suramericano y que, mediante una red de perfiles falsos en Twitter, Facebook y Telegram, estaría difundiendo propaganda salafista en la comunidad islámica brasileña y captando simpatizantes para a causa de la jihad. Algo a valorar si se tiene en cuenta el crecimiento del 25% en del número de integrantes de la comunidad islámica brasileña en la última década, que algunos estudios situan ya en torno a 1,5 millones de personas.

SEGURIDAD EN LA VILLA OLÍMPICA

"La diseminación del ideario radical salafista entre brasileños, junto con las limitaciones operacionales y legales a la hora de controlar a los sospechosos y la dificultad de neutralizar actos preparatorios de terrorismo (…), apuntan al aumento sin precedentes en Brasil de la probabilidad de atentados a lo largo de 2016, especialmente en Río 2016", reconoció en un reciente informe la inteligencia brasileña. No en vano, Brasil sitúa en estos momentos la alerta por terrorismo en el nivel 4 de 5 posibles. Sin embargo, en declaraciones a EL PERIÓDICO el director ejecutivo de Río 2016, Mario Andrada, insistió en considerar el dispositivo de seguridad en las olimpiadas como el "mejor de los posibles". 

"La Villa Olímpica de Río 2016 será el lugar más seguro en la ciudad más segura del planeta", sentenció el brasileño. Con una capacidad para 17.950 personas entre atletas y delegaciones, nadie duda de que el lugar sería el primer objetivo de un eventual "lobo solitario", aunque con 450.000 turistas circulando por el aeropuerto, estadios y calles de Río de Janeiro durante 21 días todo puede pasar. Brasil sabe lo que se juega y, por si acaso, Río 2016 tendrá el mayor despliegue de seguridad de la historia olímpica con 85.000 agentes entre policía y militares.