Atenas espera lograr un acuerdo antes de mayo

En un tono menos crispado que el vivido en su encuentro con el presidente del Eurogrupo, el nuevo ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, se reunió ayer en París con su homólogo francés, Michel Sapin, para tratar de buscar un aliado en su intento de aliviar las condiciones de reembolso de la abultada deuda griega. Además de la capital francesa, Varufakis solo había incluido a Londres y Roma en su gira europea para recabar apoyos, pero ayer anunció su intención de viajar próximamente a Fráncfort, sede del Banco Central Europeo, y a Berlín, la más hostil frente a las pretensiones de Atenas.

Aunque no entró en detalles sobre los próximos vencimientos de los préstamos concedidos al país, el titular de Finanzas expresó su deseo de lograr un acuerdo global sobre la situación financiera griega antes de finales de mayo. «Hasta entonces no vamos a pedir nuevos préstamos», aseguró.

Después de haber disparado todas las alarmas al negarse a reconocer a la troika como interlocutor para renegociar la deuda griega, Varufakis rebajó notablemente el tono en una entrevista al diario To Vima, en la que asegura que los ajustes impuestos a Atenas son malos «para toda Europa». «No nos olvidemos de que todo esto no es solo una crisis griega. Tenemos a Italia con una deuda que no es viable; Francia, que siente el viento de la deflación en su nuca, e incluso Alemania, que ha entrado en deflación », asegura.

Por su parte, Michel Sapin se mostró confiado en que Grecia llevará a cabo las reformas «indispensables» y logrará establecer un diálogo con las instituciones internacionales. «Es necesario dialogar con el conjunto de las instituciones que ejercen como socios: el Banco Central Europeo, el FMI, la UE, la Comisión y el Eurogrupo», enumeró el ministro francés. También declaró su confianza en la capacidad de Atenas para « superar las dificultades » pero dejando claro al mismo tiempo que la deuda griega no se puede anular.

COMPROMISOS / Poco antes del encuentro de los titulares de Finanzas, el primer ministro francés, Manuel Valls, dijo que Francia debería ayudar a Grecia a «respetar sus compromisos» y reforzar su voluntad de permanecer en el euro. También aprovechó para lanzar el mensaje a Berlín de que  «las políticas punitivas de austeridad no pueden ser un proyecto para la Unión Europea». «Las propuestas de François Hollande son indispensables para que Europa salga de un nivel bajo de crecimiento y un paro dramáticamente demasiado alto», dijo.