Ataque yihadista a las cuentas en la red del Ejército de EEUU

Obama durante un discurso, ayer en  Washington.

Obama durante un discurso, ayer en Washington.

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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La inquietud generada en Estados Unidos por los atentados yihadistas de París cobró ayer una dimensión todavía más cercana. Las cuentas en las redes sociales del Mando Central del Ejército estadounidense (Centcom), el órgano que coordina la campaña militar contra el Estado Islámico en Irak y Siria, fueron tomadas durante casi una hora por simptaizantes de los yihadistas. Anunciándose bajo la divisa de Cibercalifato, lanzaron amenazas contra las tropas en Twitter y colgaron vídeos propagandísticos en la cuenta de Youtube. También revelaron documentos internos del Pentágono, aunque de una lectura inicial se extrae que muchos de ellos son públicos.

Aparentemente los hackers representaban al Estado Islámico (EI). Poco después del mediodía en EEUU, el perfil de la cuenta de Centcom en Twitter apareció tomado por la imagen de un militante cubierto con una kufiya (pañuelo palestino) junto al eslógan «Amo el ISIS», uno de los acrónimos del Estado Islámico, y otro donde se leía Cibercalifato. En el nombre de Alá, el más clemente y misericordioso, el califato bajo los auspicios del ISIS continúa su ciberyihad», decía el mensaje.

Las amenazas

«No encontraréis ninguna compasión, infieles. El EI ya está aquí, estamos en vuestros PC's, en cada base americana», continuaba. «Lo sabemos todo sobre vosotros, vuestras mujeres y vuestros hijos», profería a modo de amenaza. La diatriba continuó con otros tuits, como uno que decía «Soldados americanos. Ya llegamos, vigilad vuestras espaldas. ISIS».

El Pentágono confirmó la intrusión en sus dominios y acabó desactivando las cuentas sociales de Centcom en Twitter y Youtube. «Estamos tomando las medidas adecuadas para solucionar el asunto», dijo en un comunicado. La Casa Blanca informó de que se está investigando el incidente y, aunque su portavoz subrayó la «seriedad» con la que se afronta el ataque, también trató de rebajar su gravedad al compararlo con el ciberataque de noviembre contra Sony Pictures, atribuido por el FBI al régimen de Corea del Norte. «Hay una diferencia bastante significativa entre un robo masivo de datos y el hackeo de una cuenta de Twitter», dijo el portavoz Josh Earnest.

Entre la información publicada por los ciberyihadistas, aparecen los nombres y las direcciones de oficiales del Ejército estadounidense, algunos retirados, así como los números de teléfono de varios altos mandos, como el jefe del Estado Mayor, el general Martin Dempsey. También colgaron informes de testimonios ante el Congreso, presentaciones sobre China o Corea del Norte o documentos con los costes de los programas del Pentágono.

No clasificados

 Diversos expertos señalaron que más que una intrusión en los sistemas informáticos de Centcom, el ataque parece ser únicamente un hackeo de sus cuentas en las dos redes sociales mencionadas. No había inicialmente ninguna prueba de que entre la información publicada hubiera documentos clasificados o que pudieran comprometer de las operaciones que conduce el Pentágono, una posibilidad que aumentaría notablemente la gravedad del incidente. «Tomaron el control del equivalente al altavoz en las redes sociales de Centcom», aseguró a The Guardian el experto de la New American Foundation, Peter Singer.

El Mando Central fue creado por la Administración de Ronald Reagan en 1983 para dirigir las operaciones del Ejército en Oriente Próximo y, con el tiempo, su espacio de actuación se extendió al Norte de África y al Asia Central.  Desde su sede en Tampa se han coordinado las guerras de las últimas décadas en la región, desde la Operación Tormenta del Desierto a la guerra de Afganistán.

La nueva generación de yihadistas, abanderada por el Estado Islámico, que disputa a Al Qaeda la primacía en el universo del islamismo radical, ha utilizado las redes sociales como plataforma de reclutamiento y difusión de su propaganda. Pero no es demasiado habitual verlos dirigiendo ataques informáticos. El Cibercalifato, el mismo grupo que firmó los ataques de ayer, pirateó la semana pasada las cuentas sociales de dos pequeños medios estadounidenses, un periódico de Nuevo México y una cadena local de Maryland.

Mucha más gravedad revistió la intrusión en los sistemas informáticos de Sony Pictures en diciembre, un ataque que aparentemente pretendía intimidar a la productora cinematográfica para que cancelase el estreno de La entrevista, una mala película que se mofa del dictador norcoreano Kim Yong Un. El nuevo incidente coincidió mientras el presidente de EEUU, Barack Obama, hacía una intervención sobre el robo de datos personales en internet y proponía  medidas para proteger la privacidad de los consumidores.