Un ataque terrorista causa docenas de muertos en la provincia china de Xinjiang

Un ataque terrorista ha causado docenas de muertos y heridos en la provincia china de Xinjiang, cuna de la minoría uigur, según ha informado la agencia de noticias oficial Xinhua. El atentado fue protagonizado en la mañana del lunes por un grupo armado con cuchillos, que atacó una comisaría de policía y oficinas gubernamentales en la ciudad de Elixku, en el condado de Shache. Después se dirigieron a otra localidad y por el camino atacaron a civiles y destrozaron vehículos. Una treintena de coches policiales han quedado afectados y seis han sido totalmente quemados.

La sucinta nota no identifica a los terroristas, pero el patrón del ataque responde a otros llevados a cabo por uigures. “Docenas de uigures y civiles han –la etnia china mayoritaria- han resultado muertos y heridos”, ha señalado Xinhua citando a fuentes de las fuerzas de seguridad de la región. También sostiene que la policía mató a disparos a “docenas” de los violentos y que las investigaciones preliminares muestran que se trata de un ataque terrorista premeditado. La prensa extranjera tiene muy difícil el acceso a la provincia, por lo que la única vía de información son las fuentes oficiales chinas.

Xinjiang es la principal caldera étnica en China a pesar de que los focos occidentales apunten siempre a Tibet. Los lamentos de los uigures, de raíces túrquicas y emparentados con los países del Asia Central, son un calco de sus mediáticos vecinos del norte: acusan a Pekín de promover la repoblación de la zona con chinos de la etnia han para disolver su cultura propia, de represión religiosa y de esquilmar sus ricos recursos naturales, principalmente gas natural y petróleo. Pekín alega las millonarias inversiones e infraestructuras en la región, que ha experimentado un notable desarrollo económico en las últimas décadas, y acusa a organizaciones uigures terroristas vinculadas a Al Qaeda de los atentados periódicos. Sus representantes en el exilio sostienen que Pekín exagera la amenaza uigur para justificar la fuerte presencia policial en la región, pero los últimos acontecimientos desmienten cualquier exageración.

Ataque con bombas

Los ataques terroristas uigures habían sido tradicionalmente muy artesanales, con cuchillos o bombas caseras que a menudo fallaban, siempre en los confines de su provincia y con el objetivo de comisarías de policía y oficinas gubernamentales. Pero en el último año se ha agravado su naturaleza. Un ataque con bombas dejó 39 muertos en un concurrido mercado de Urumqi, la capital provincial. Semanas después, un grupo vestido de negro y con grandes cuchillos masacraron a todos los civiles que pudieron en una estación de tren de Kunming, en la provincia de Yunnan, con un resultado de 39 muertos. Y el pasado año, tres uigures estamparon su coche contra la puerta de la Ciudad Prohibida, en el mismo corazón político de Pekín, causando su muerte y la de dos turistas.

El conflicto alcanzó su cénit con los disturbios que dejaron más de 200 muertos en 2009, provocados por grupos uigures que pasaron a cuchillo a todos los han que encontraron en la calle hasta que el Ejército apagó con fuego la revuelta.