TIROTEO CONTRA LOS SIJ EN ESTADOS UNIDOS

El asesino de Wisconsin, supremacista blanco

Wade Michael Page, abatido tras matar a seis personas, fue expulsado del Ejército

Wade Michael Page.

Wade Michael Page.

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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El fantasma del fanatismo sobrevuela sobre lamatanza del domingo en un templo sij en Wisconsin. Aunque las autoridades deEstados Unidos se resistían aún ayer a calificar lo sucedido como un crimen de odio y hablaban de un incidente de «terrorismo nacional», el FBI admitió estar estudiando los vínculos congrupos supremacistas blancos deWade Michael Page, identificado comoautor de los asesinatos de cinco hombres y una mujer de entre 39 y 84 años, que fue abatido por la policía.

Se considera a Page autor único del tiroteo, que dejó también tres heridos. Las autoridades, no obstante, buscan a un hombre blanco con un tatuaje del 11-S que el domingo estuvo grabando en los alrededores del templo.

Page, blanco, de 40 años y que usó unapistola semiautomática de 9 milímetros que poseía legalmente, sirvióen el Ejército desde 1992 hasta suexpulsión con deshonor y sin posibilidad de realistarse, en 1998. En esos años fue degradado y mostró «patrones de conducta desordenada» según ha confirmado el Ejército. La cadena CNN afirma que sirvió en Afganistán.

El Southern Poverty Law Center, una organización especializada en estudiar y seguir a grupos radicales, tenía a Page en su radar desde que en el 2000 intentó adquirir materiales del grupo supremacista Alianza Nacional y lo ha descrito como «un neo nazi frustrado». En el 2005 fundó End Apathy (Acabar con la apatía) una banda de punk donde cantaba y tocaba la guitarra y que trabajaba con una discográfica especializada en música supremacista blanca.

LOS SIJ Y OBAMA / La matanza ha disparado la atención a los sij de Estados Unidos, una comunidad cuya población se calcula entre 300.000 y 500.000 personas y que ya se vio tras los atentados del 11-S convertida en víctima de ataques y discriminaciones, al ser con frecuencia confundidos sus practicantes con musulmanes. Ayer el presidente,Barack Obama, que el domingo recordó «cuánto han enriquecido los sijs a la nación», insistió en llamar a la unidad.

«No importa nuestro aspecto, de dónde venimos o donde rezamos, somos un pueblo», dijo Obama, que lamentó que estos sucesos se producen «con demasiada regularidad» y prometió «estudiar vías adicionales para reducir la violencia», aunque no hizo ninguna referencia a las leyes de control de armas.