NUEVO ASESINATO POLÍTICO EN LA ANTIGUA URSS

Asesinado a tiros en el centro de Kiev un exdiputado de Rusia exiliado

Denis Vornenkov tendido en el suelo tras recibir los disparos.

Denis Vornenkov tendido en el suelo tras recibir los disparos. / periodico

MARC MARGINEDAS / MOSCÚ

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Un nuevo crimen político ha convulsionado este jueves a Rusia y a todo el espacio exsoviético. Denis Voronénkov, un exdiputado comunista de la Duma (Cámara baja del Parlamento ruso) que había huido de su país el pasado otoño, ha sido acribillado a tiros al mediodía en pleno centro de Kiev, según ha informado el portal de noticias Meduza. De inmediato, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, ha culpado a Rusia del homicidio, acusándola de "terrorismo de Estado".

Este último asesinato se produce cuando aún permanecen frescos en la memoria las recientes muertes violentas del periodista de investigación Pável Sheremet en julio del pasado año, acaecida también en la capital ucraniana debido a la explosión de un bomba en su vehículo, y del opositor ruso Borís NemtsovBorís Nemtsov, en febrero del 2015, abatido a tiros junto a las murallas del Kremlin moscovita.

Voronenkov y su esposa, la  cantante de ópera Maria Maksákova, exparlamentaria del partido progubernamental Rusia Unida, se habían instalado en Ucrania en octubre pasado huyendo de Rusia. Allí, el exdiputado ruso colaboraba con la justicia ucraniana en el caso que se sigue contra el expresidente prorruso Víktor Yanukóvich, depuesto durante la revolución de Maidán, exiliado en Moscú y acusado de alta traición. Rusia, por su parte, había emitido una orden de busca y captura contra el diputado exiliado por un supuesto fraude por valor de cinco millones de dólares

INVESTIGACIÓN POLICIAL

Al poco de consumarse el asesinato, Aleksándr Bakulenkojefe de la Policía Nacional de Ucrania, en declaraciones recogidas por Interfax, privilegiaba ya la hipótesis de la presunta participación de Rusia en el asesinato, debido a que el exdiputado disponía de "información importante".

El Fiscal general de Ucrania, Yuri Lutsenko, ha ido más lejos y ha precisado los dos posibles móviles del crimen que se barajan: por un lado, un crimen motivado por su condición de testigo en el caso contra Yanukóvich, o por su testimonio sobre actividades criminales que lleva a cabo el Servicio Federal de Seguridad (FSB, exKGB) como el contrabando.  "Es la típica ejecución ejemplarizante de un testigo que lleva a cabo el Kremlin", ha concluído. 

El suceso se produjo en torno a las 11.30 hora local (una hora menos en España) en la esquina del bulevar Tarás Shevchenko y la calle Púshkinskaya, en pleno centro de la ciudad, cuando el exdiputado ruso y su guardaespaldas salían del hotel Premier Palace. Según ha explicado a Meduza un testigo que solo quiso dar su nombre de pila -Maksim- primero se escucharon "tres disparos" y luego "varias ráfagas".

"Al principio, pensábamos que se trataba de un gamberro, pero en seguida oímos las sirenas", ha continuado Maksim, quien de inmediato, en cuanto salió a la calle, reconoció el cuerpo de Voronenkov sobre el suelo ensangrentado. El presunto asesino resultó herido de gravedad durante el intercambio de disparos y murió horas más tarde en el hospital.

SIN MIEDO A LA MUERTE

El propio Voronenkov había concedido una reciente entrevista a la publicación 'Gordon' en la que evocó las amenazas de muerte que pesaban sobre él, cuando la periodista le preguntó si no temía correr la misma suerte que el disidente Aleksándr Litvinenko, asesinado con polonio en Londres en el 2006. "Todos moriremos, tarde o temprano; a veces, es más importante la razón 'por la qué vivimos' que el 'cuánto' vivimos", dijo.

Voronenkov justificó su reciente huida a Ucrania por la necesidad de "escapar de una investigación del FSB". En declaraciones realizadas el pasado febrero, comparó el clima que se vive en la Rusia actual con el de la "Alemania nazi" y denunció la "total falsificación" de los resultados en las elecciones de Rusia. Acerca de la anexión de Crimea, que calificó de "gran error", denunció amenazas para que votara a favor cuando la cuestión fue planteada en el Parlamento ruso.

En el momento de su muerte, el fallecido acudía a un encuentro con otro exdiputado exiliado en Ucrania, Ilyá Ponomarev, quien se vio obligado a dejar Rusia precisamente por negarse a votar a favor de la incorporación de la península crimeana. Tanto Ponomarev como Maria, la esposa de Voronenko, han sido puestos bajo la protección del Servicio de Seguridad Ucraniano (SBU).

Como era de esperar, el presidente ucraniano y el Kremlin han intercambiado duras acusaciones en las horas posteriores al crimen. Recordando que el difunto era "uno de los principales testigos de la agresión rusa contra Ucrania", Poroshenko ha calificado el homicidio de "terrorismo de Estado" por parte de Rusia. Desde Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha respondido que semejante acusaciones solo son "falsedades absurdas".

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