La Asamblea Nacional aprueba la reforma constitucional anunciada por Hollande tras los atentados de París

EVA CANTÓN / PARÍS

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La Asamblea Nacional francesa ha dado este miércoles luz verde al proyecto de ley que constitucionaliza el estado de emergencia y la retirada de la nacionalidad a los franceses condenados por terrorismo. A pesar de que se auguraba una ajustada mayoría, el texto ha salido adelante por 317 votos a favor y 199 en contra.

No obstante, ahora tendrá que ser refrendado en los mismos términos por el Senado, de mayoría conservadora, y luego avalado por una mayoría de tres quintos en el Congreso reunido en Versalles, que sólo podrá ser convocado si las dos Cámaras se ponen de acuerdo.

El primer ministro, Manuel Valls, se ha mostrado visiblemente satisfecho al término de la votación. “Es una reforma que pretende proteger a la nación y a nuestros compatriotas”, ha dicho.

El llamado “proyecto de ley constitucional de protección de la Nación” anunciada por François Hollande el 16 de noviembre del 2015, tres días después de los atentados de París que dejaron 130 muertos, contempla dos disposiciones.

En su artículo 1 introduce en la Constitución el régimen del estado de emergencia, hasta ahora regulado por una ley ordinaria, especificando las condiciones en las que se puede poner en marcha.

La segunda disposición modifica el artículo 34 de la Carta Magna, añadiendo la posibilidad de retirar la nacionalidad a los condenados por un delito que atente gravemente contra el país.

Este último ha provocado durante meses un tormentoso debate político que llevó incluso a la dimisión a la anterior ministra de Justicia, Christiane Taubira, abiertamente contraria a una medida que muchos juristas ven ineficaz para luchar contra el terrorismo.

La revisión deber ahora proseguir su periplo parlamentario en la Cámara Alta, donde su presidente, el conservador Gérard Larcher, ya ha anunciado que los senadores pretenden recuperar la redacción original del Gobierno que preveía retirar la nacionalidad a los poseedores de un doble pasaporte.

Inicialmente, el Ejecutivo contempló esta formulación, pero Manuel Valls dio marcha atrás para aplacar el motín de la izquierda, que denunciaba la creación de franceses de primera y segunda categoría, y eliminó del texto la referencia a los binacionales.

Valls quemó este martes sus últimos cartuchos ante los diputados socialistas al advertir a los más hostiles que un voto en contra supondría situar al Gobierno en una situación difícil y dejar al presidente Hollande en minoría.

DIVISION EN LA IZQUIERDA Y LA DERECHA

Asimismo, recordó que frente a la amenaza terrorista que, dijo, “es sin duda mayor” que antes de los atentados del 13 de noviembre, conviene tomar las decisiones necesarias. La cuestión de la nacionalidad divide no sólo a la izquierda sino también a la bancada de la derecha.

El partido liderado por Nicolas Sarkozy está haciendo de este debate un campo de pruebas de la batalla de las primarias que Los Republicanos celebrarán en noviembre para designar candidato a las presidenciales del 2017.

Mientras el ex presidente ha dado la consigna de votar a favor de la retirada de la nacionalidad, el ex primer ministro y rival de Sarkozy en la carrera hacia el Elíseo, François Fillon, se ha declarado contrario.

Por otro lado, el Senado ha aprobado este martes una nueva prórroga de tres meses del estado de emergencia decretado tras la masacre de París, que expiraba el próximo 26 de febrero.