Europol pone en alerta a la UE por la desprotección de los menores refugiados

Llegada la puerto del Pireo de un grupo de inmigrantes con niños procedentes de Lesbos y Chios, el lunes.

Llegada la puerto del Pireo de un grupo de inmigrantes con niños procedentes de Lesbos y Chios, el lunes. / periodico

SILVIA MARTINEZ BRUSELAS

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Las instituciones europeas miran con preocupación hacia la cifra de 10.000 refugiados menores  desaparecidos nada más pisar territorio europeo, denunciada este pasado fin de semana por responsables de la agencia Europol. Una realidad que, a tenor de la agencia europea de derechos fundamentales, con sede en Viena, no es desconocida y sí factible. Según este organismo, la protección de los refugiados menores de edad sigue mostrando carencias importantes en la Unión Europea y en muchos estados miembros no se les garantiza a este colectivo sus derechos.

De esta realidad se hacen eco el informe de diciembre de la agencia, en el que evalúan la situación en los nueve países más afectados los flujos migratorios: AustriaBulgariaCroaciaAlemaniaGreciaHungríaItaliaEslovenia y Suecia. En líneas generales, los refugiados que pisan estos países se encuentran en muchas ocasiones sin el alojamiento, comida o atención sanitaria adecuados a lo que se suman las carencias detectadas en relación a la protección de los menores. Niños y adolescentes que “se encuentran en una situación de gran vulnerabilidad porque viajan solos o por haber sido separados de sus familias durante el viaje”, explican desde la agencia responsable de velar por los derechos fundamentales en la Unión Europea.

Carencias en la ruta

Y el primer lugar donde detectan carencias y desprotección es Grecia, la principal puerta de entrada en la UE. Prácticamente todas las infraestructuras de recepción de las islas no ofrecen un alojamiento adecuado para los menores, que se ven obligados a permanecer en las mismas instalaciones que los adultos. Algunas oenegés han creado, zonas de tránsito para menores no acompañados como ha hecho Praksis en la isla de Lesbos y en Kos pero ofrecen por ahora muy pocas plazas. Otros puntos negrosen la ruta hacia Europa son Hungría, Eslovenia, Croacia o Bulgaria. En todos ellos existen carencias de algún tipo. O bien porque no se comprueba eficazmente la edad del menor, o bien porque no se nombra un tutor que vele por su interés, o bien porque no se le garantiza el acceso a la educación o acceso a intérpretes.

Estos problemas persisten además en los países de destino. En Austria, por ejemplo, existe el riesgo de que en determinados pasos fronterizos estos menores no sean identificados de forma adecuada y puedan por tanto terminar en centros de retención. A muchos, de hecho, se les acomoda inicialmente en el centro de Traiskirchen que no está preparado como centro para menores no acompañados. Cuando solicitan el estatus de protección, se les obliga a firmar documentación que no siempre entienden, y no existen procedimientos acelerados adaptados a su edad.

En Alemania, mientras tanto, aunque los menores no acompañados son transferidos de forma inmediata tras ser identificados ante las autoridades de protección del menor, persisten lagunas en algunos ámbitos. Por ejemplo, aunque hay centros de alojamiento adaptados a los niños no siempre reciben educación. “En la mayoría de los estados alemanes la educación obligatoria empieza una vez abandonado el centro de recepción. Es decir, hasta seis meses después. Teniendo en cuenta que muchos niños que necesitan protección internacional no han ido a la escuela desde hace tiempo es un período innecesariamente largo”, critica la agencia.

Y lo mismo en Suecia. El informe se hace eco de que uno de cada cuatro menores no acompañados (el 25%) han desaparecido del alojamiento asignado, alertan de un aumento del tráfico de seres humanos y avisan de que el sistema de recepción está bajo una “severa presión” lo que crea un entorno insalubre para el menor. En el caso, de los menores no acompañados los expertos denuncian que pueden pasar meses antes del nombramiento de un tutor, que debido a los retrasos en el registro los niños tienen que permanecer más tiempo del habitual en alojamientos temporales y que se han identificado casos de problemas en el acceso a la educación y a la sanidad.