LUCHA CONTRA EL ESTADO ISLÁMICO

Alemania retira sus tropas de la base de la OTAN en Turquía

El Gobierno aprueba el traslado militar de Incirlik a Jordania a causa de la profunda crisis abierta con Ankara, que prohíbe la visita de diputados alemanes

La ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, visita a soldados alemanes en la base de Incirlik, en enero del 2016.

La ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, visita a soldados alemanes en la base de Incirlik, en enero del 2016. / REUTERS

CARLES PLANAS BOU / BERLÍN

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Tras meses de bloqueo a las visitas, duras críticas y acusaciones Alemania retirará a sus tropas de la base aérea de la OTAN en Incirlik (Turquía). Así lo ha decidido este miércoles el Gobierno federal encabezado por la cancillera Angela Merkel, quien ha dado plena autoridad a la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, para que se efectúe el traslado de su personal militar a la base de al-Asrak, en Jordania. Hasta 260 soldados y seis aviones Tornado utilizados en operaciones contra el autoproclamado Estado Islámico (EI) se verán afectados por este cambio.

La decisión alemana llega después de que el lunes el ministro de Exteriores, Sigmar Gabriel, fracasase al intentar llegar a un acuerdo 'in extremis' con su homólogo turco, Mevlüt Cavusoglu, quien denegó de nuevo un permiso para que los diputados alemanes puedan visitar la base aérea situada estratégicamente a orillas del Bósforo. Berlín calificó esa decisión de “inaceptable”. Tras el rechazo de Ankara no cabía otra alternativa que la retirada, según reconoció Gabriel. Ayer el primer ministro turco, Binali Yildirim, se refirió con pocas palabras a la decisión alemana. “¡Háganlo a su manera!”, apuntó.

A pesar de que en estos casos el Gobierno acude a los votos del Bundestag, el Parlamento alemán, en este caso extremo las autoridades han asegurado que no se necesita un nuevo mandato parlamentario.Tanto la bancada conservadora de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) como la socialdemócrata (SPD) ya han asegurado que dan su total apoyo a la retirada de Turquía. A principios de mayo el portavoz del Ministerio de Defensa, Martin Schäfer, lamentó que la posición turca debilitaría la coalición internacional que combate al terrorismo islámico en Siria e Irak.

PURGA A PERIODISTAS Y OPOSITORES

El adiós alemán vuelve a escenificar la profunda crisis diplomática que atraviesan ambas potencias, agravadas durante el último año. El bloqueo turco a las autoridades alemanas fue la última reacción polémica de Ankara contra Berlín después de acusarlos de dar refugio a ciudadanos y militares turcos pertenecientes al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) o supuestamente cercanos al clérigo Fethullah Gülen, ambos considerados como organizaciones terroristas, a quien el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusa de estar detrás del fallido golpe de Estado de julio de 2016.

Las relaciones bilaterales también quedaron fuertemente truncadas por la fuerte represión comandada por Ankara tras el golpe. Entre los más de 150 periodistas perseguidos y detenidos en Turquía se encuentra Deniz Yucel, reportero del diario alemán ‘Die Welt’, a quien se acusa de ser un espía de los servicios de inteligencia alemanes, de apoyar a grupos terroristas y de incitar a la violencia pública, así como la también periodista alemana Mesale Tolu. Desde Merkel a organizaciones por los derechos humanos han criticado duramente la purga efectuada por Erdogan.

A todo esto se suma los encontronazos de Turquía con Alemania y los Países Bajos durante la campaña para transformar la república otomana en un sistema presidencialista que da más poderes a Erdogan y al disgusto causado por el reconocimiento del genocidio armenio por parte del Bundestag. La dura posición de Ankara ha hecho que, curiosamente, todos los partidos alemanes trabajen de la mano en estos casos. Aún así, el traslado a Jordania puede no gustar a los militares, ya que, según los expertos, la seguridad de la zona es aún más volátil.