MEMORIA HISTÓRICA

Alemania acoge una exhibición de arte de víctimas del Holocausto

Israel escoge a Berlín como sede de su primera exposición internacional para celebrar 50 años de buenas relaciones

La artista Nelly Toll, conversa con la canciller alemana, Angela Merkel, en la inauguración de la exposición Arte del Holocausto en Berlín.

La artista Nelly Toll, conversa con la canciller alemana, Angela Merkel, en la inauguración de la exposición Arte del Holocausto en Berlín. / periodico

CARLES PLANAS BOU / BERLÍN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Al final del paseo berlinés de Unter den Linden se levanta el Museo Nacional de Historia. En la sala de la primera planta, decenas de personas observan detalladamente unas obras sobrecogedoras. El silencio de la habitación es aún más pronunciado. Se trata de ‘Arte del Holocausto’, una muestra que expone el trabajo que víctimas del odio nazi realizaron durante su persecución y reclusión en campos de exterminio. Es la primera vez que Yad Vashem, el memorial mundial del Holocausto de Jerusalén, pone en marcha una exhibición internacional de estas características y no han dudado en ir a parar a Berlín.

La capital germánica ha sido escogida la sede de esta exposición para celebrar el 50 aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Alemania e Israel y su actual sintonía. “Es absolutamente increíble que hoy exhibamos la obra de unos artistas en el sitio en el que hace 70 años fueron perseguidos”, confiesa Eliad Moreh-Rosenberg, directora del departamento artístico de Yad Vashem.

El equipo del memorial israelí trabajó durante un año para seleccionar las obras más representativas de un fondo de hasta 10.000 piezas. Ahora, la galería berlinesa exhibe 100 obras de 50 autores diferentes. La mayoría de los trabajos tienen la firma de personas del este de Europa, que expresaron su frustración en los guetos y campos de concentración a través del pincel. Muestras de miedo, ansiedad y pánico se repiten en distintos colores y formas bajo un silencio sepulcral.

ARTE COMO DENUNCIA

La exposición aparca sus pretensiones de ser únicamente una galería de arte y va más allá. Junto a cada lienzo se nos habla al detalle de la vida de sus autores, contextualizando los trazos que vemos con la triste biografía que los acompaña y que termina en manos del horror nazi. El frío berlinés se hace un poco más presente en la sala cuando se presentan los detalles en los que las obras fueron concebidas. Es el caso del belga Felix Nussbaum. Este artista retrata la desesperación de los refugiados de guerra, que se encuentran desamparados ante un mundo de oportunidades que les es negado. En 1944 fue deportado y ejecutado en Auschwitz-Birkenau.

Otros, como el alemán Leo Haas, tuvieron más suerte y pudieron sobrevivir a la guerra para contar sus vivencias. Sus obras, en un difuso tono grisáceo, detallan momentos de crueldad y angustia. “No quería hacer arte sino relatar y documentar la barbarie”, aseguró en una entrevista en 1981. Sus denuncia pictórica llegó a materializarse y hasta 500 de sus obras fueron utilizadas como pruebas en los juicios de después del hundimiento nazi.

De la acuarela al grafito, del blanco y negro a los colores. Diferentes situaciones y estilos pictóricos se entremezclan en un espacio que tiene como objetivo común la denuncia a través del arte. “A pesar de utilizar materiales muy básicos son obras de una complejidad impactante”, señala Moreh-Rosenberg. Unos juegan con el realismo mientras que otros optaron por la sátira. Es el caso del checo Pavel Fantl, que se jugó la vida caricaturizando a Adolf Hitler. Su obra muestra a un Führer vestido como un payaso, bajo la luz de un fanal y con las manos manchadas de sangre. Su irreverencia se cobró un precio muy alto y terminó asesinado junto a su familia en Auschwitz.

Alemania es un país curtido en la memoria histórica. Berlín, como epicentro histórico, sigue esa tradición. La paleta de tonos oscuros y depresivos de ‘Arte del Holocausto’ es otro paso más en ese camino. Un sendero que, como apuntó Angela Merkel en la inauguración, sigue hasta nuestros días: “El arte nos hace conscientes del sufrimiento humano y estas pinturas nos mandan una señal de alerta para que el pasado no se vuelva a repetir”.