ACUERDO TRASCENDENTAL EN KABUL

Afganistán salva la crisis con un Gobierno unitario

Ghani (derecha) y Abdulá se dan la mano tras firmar el acuerdo, este domingo.

Ghani (derecha) y Abdulá se dan la mano tras firmar el acuerdo, este domingo.

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Cinco meses después de las elecciones presidenciales, Afganistán ha conocido este domingo al que será su nuevo presidente, Ashraf Ghani, en un Gobierno de unidad nacional en el que el derrotado, Abdulá Abdulá, será el jefe del Ejecutivo. Los dos candidatos, que se acusaban mutuamente de fraude, aceptaron los resultados definitivos anunciados por la Comisión Electoral de Afganistán (IEC) tras alcanzar previamente un acuerdo para compartir el poder, poniendo fin de ese modo a una crisis que ha paralizado durante tres meses el convulso país centroasiático.

El trascendental acuerdo, saludado por la ONU y los aliados occidentales de Afganistán en un momento crucial para el país, se ha firmado en el palacio del presidente saliente, Hamid Karzai, que ha felicitado a Ghani y Abdulá y les ha deseado que puedan «continuar con los proyectos que el Gobierno actual comenzó». «Espero que logren lo que yo no pude», ha añadido Karzai, al que la Constitución afgana impide presentarse a un tercer mandato.

Ghani, economista de 65 años y exministro de Finanzas (2002-2004), de etnia pastún, sucederá a quien ha dirigido las riendas del país desde la caída del régimen talibán y y la instauración de un Gobierno prooccidental en Kabul a finales del 2001. Por su parte, Abdulá deberá designar al jefe del nuevo Ejecutivo o nombrarse a sí mismo para un cargo que devendrá «primer ministro ejecutivo» en un plazo de dos años.

FRAUDE MASIVO

Con el anuncio queda zanjada una crisis que estalló tres meses atrás cuando Abdulá se negó a aceptar los resultados preliminares que daban la victoria a Ghani y amenazó con retirarse tras denunciar «un fraude a escala industrial». El 5 de abril, Abdulá -antiguo compañero de ruta del comandante antisoviético y luego antitalibán Ahmad Shah Masud- había vencido ampliamente a Ghani (45% contra 31,6%), quien en la segunda vuelta, el 14 de junio, obtuvo en cambio un sorpresivo resultado del 56,4%.

El embrollo quedó desbloqueado con la mediación del secretario de Estado de EEUU, John Kerry, al aprobarse el recuento de los 8,1 millones de votos depositados en la segunda vuelta. El pasado lunes, la IEC reconoció que se produjo «un fraude a gran escala» e invalidó el 16% de los votos. Tras una auditoría, la IEC ha dado hoy como ganador a Ghani, aunque no ha ofrecido detalles sobre el porcentaje de votos de los candidatos, a petición de Abdulá, para evitar que hubiera «un vencedor y un derrotado», según fuentes de su equipo.

INESTABILIDAD

El acuerdo deberá ayudar, según los analistas, a estabilizar Afganistán, que atraviesa una de sus etapas más sangrientas desde que el año pasado las fuerzas afganas asumieron la seguridad tras la retirada paulatina de la misión de la OTAN, que culminará definitivamente a finales de año. EEUU ha anunciado que mantendrá unos 9.800 soldados en territorio afgano hasta finales del 2016, decisión que espera formalizar con la firma de un acuerdo bilateral que tanto Ghani como Abdulá se han comprometido a rubricar.

Los dos antagonistas deberán esforzarse por superar las fuertes rivalidades étnicas y tribales, especialmente entre los tayikos del norte, favorables a Abdulá, y los pastunes del sur, partidarios de Ghani. Y luchar por relanzar la débil economía afgana, en un momento en que la ayuda internacional empieza a remitir.