Un Don Juan contra Dilma

Aécio Neves, candidato presidencial de la derecha brasileña, es un economista neoliberal que frecuenta las fiestas de la 'jet set'

Aécio Neves, rival de Dilma Rousseff en la segunda vuelta.

Aécio Neves, rival de Dilma Rousseff en la segunda vuelta.

EDUARDO SOTOS / RIO DE JANEIRO

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Si hubiese que utilizar una palabra para designar al candidato del Partido de la Social Democracia de Brasil(PSDB), Aécio Neves, esa sería pedigrí. El siempre sonriente, educado y afamado Don Juan de 54 años procede de una de las más influyentes familias de políticos de Brasil. Su abuelo materno fue el expresidente Tancredo Neves y sus parientes en los resortes del poder del estado de Minas Gerais, del cual fue gobernador entre el 2003 y el 2010, se cuentan por decenas.

Casado con una exmodelo 19 años más joven que él, Letícia Weber, este economista de formación es un habitual en las fiestas de la jet-set brasileña. Una circunstancia que sorprende enormemente cuando la declaración de bienes del candidato, obligatoria en el código electoral brasileño, no supera los 40.000 euros. Muy alto debe haber sido el ritmo de vida de Neves si atendemos a que solamente con 25 años fue nombrado a dedo director del banco público Caixa Económica Federal por su primo, el entonces ministro de Hacienda, Francisco Oswaldo Neves Dornelles.

Sin embargo, las fuertes críticas a la corrupción en el caso de la petrolera semiestatal Petrobras, unido al discurso de eficiencia en la gestión que envuelve al candidato del PSDB, parecen haber convencido a muchos brasileños. «Libraremos a Petrobras de esa camarilla de mafiosos que han hecho suya la mayor empresa del país», afirmaba Neves frente a la presidenta Dilma Rousseff en el último debate televisivo de las elecciones. De hecho, el programa electoral del PSDB, partido que a pesar de incluir las palabras social democracia en sus siglas representa la derecha tradicional del país, es radicalmente diferente al de el Partido de los Trabajadores en cuanto al ámbito económico.

Partidario de reducir la inflación a cualquier precio, Neves apuesta por dotar de mayor independencia al Banco Central de Brasil y de reducir al máximo las intervenciones del estado en la economía. Pese a haber negado sus intenciones de privatizar Petrobras durante toda la campaña, son muchos los que piensan que el candidato privatizaría áreas fundamentales en la gestión de la petrolera. Un esquema acorde a sus ideas neoliberales moderadas que ya aplicó en el estado de Minas Gerais en el campo de la educación y la salud.

Vendedor de cambio

A pesar de la excelente fama que alcanzó en su etapa de gobernador, lo cierto es que el estado de Minas Gerais votó ayer por Rousseff con un 43,48% de votos frente a un 39,75% de Neves. Perder en su principal bastión es algo que ha hecho sospechar sobre el verdadero éxito de la gestión del que siempre hace gala el líder del PSDB. Y es que el discurso anticorrupción de Neves puede sonarle a muchos a hipocresía si tenemos en cuenta su afición a esa moda española de construir aeropuertos. Uno de los cinco aeropuertos que construyó se ubicó casualmente en las tierras de su tío.

Aécio Neves es, en definitiva, el clásico candidato de la derecha brasileña que vende el cambio, la seriedad y la eficiencia pero que representa la más absoluta tradición de la política brasileña. Su elección sería una vuelta con algunas novedades al estilo de gobierno del expresidente Fernando Henrique Cardoso. Solo falta esperar para saber si Aécio Neves logrará seducir con sus promesas a los 142,5 millones de votantes de Brasil en la segunda vuelta, el 26 de octubre.