REVUELTA POPULAR EN EL MUNDO ÁRABE

Gadafi resiste en Trípoli con los rebeldes a las puertas de la capital

Varios manifestantes hacen el signo de la victoria sobre un tanque del Ejército, el miércoles, en Bengasi.

Varios manifestantes hacen el signo de la victoria sobre un tanque del Ejército, el miércoles, en Bengasi. / AW/JK

MARC MARGINEDAS / DANNY CAMINAL / Tobruk (enviados especiales)

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“Bienvenidos al país de la joven revolución libia, 2011”. Este cartel, escrito en árabe, es lo primero que se ve al dejar la localidad egipcia de Salum, cruzar la frontera y adentrarse en el este de Libia, zona en la que los manifestantes contrarios al régimen de Muamar el Gadafi afianzan su control. Ni un soldado, ni un policía, solo grupos de civiles armados son visibles en medio de la tormenta de arena que acompaña al coche en el que viajan los enviados especiales de EL PERIÓDICO en su camino hacia Tobruk, el núcleo urbano más importante de la zona.

Con la región oriental del país bajo control de los manifestantes, llegan informaciones de que la gran batalla se está desarrollando en el oeste. En la ciudad de Zauiya, cercana a la frontera con Túnez, pueden haber muerto hasta 100 personas solo esta mañana, según testigos, que relataban como hasta las mezquitas estaban siendo atacadas por las fuerzas leales al dictador. Algunas fuentes apuntan que esta ciudad puede estar ya bajo control de los insurgentes, al igual que Zuara, a 120 kilómetros al oeste de Trípoli, y Misrata, cercana a la capital.

Los rebeldes se encuentran a las puertas de Trípoli, donde Gadafi ha hecho un llamamiento a la población para combatir a los opositores, tras dejar claro que no tiene intención de abandonar el poder. En un mensaje telefónico retransmitido simultáneamente por las tres cadenas de televisión libias, el dirigente ha vuelto a acusar a los contestatarios de ser "jóvenes locos y drogados, manipulados por los servicios extranjeros y que sirven a Al Qaeda y Bin Laden", según ha informado la agencia Efe.

"Salid a las calles, capturarlos y detener a sus jefes", ha instado a sus compatriotas el líder libio, que ha añadido que su país "avanza hacia la guerra civil, la catástrofe". Sin aparecer físicamente como en el discurso del martes, Gadafi --que decía dirigirse a los habitantes de la ciudad de Zauiya-- ha vuelto a subrayar que no dimitirá.

Propósitos "fantasiosos"

Sus palabras han sido rápidamente desmentidas por el dimisionario ministro de Justicia, Mustafá Abdeljalil, que ha declarado a la cadena de televisión qatarí Al Jazira, que los propósitos de Gadafi son "fantasiosos" y que "no existen ni Al Qaeda ni otras organizaciones terroristas" en el suelo libio.

Entretanto, los sangrientos ataques contra los manifestantes prosiguen, mientras la rebelión se ha propagado al oeste y al sur del país, donde nuevas ciudades han pasado a manos de los que se oponen al régimen de Trípoli. Una de las brigadas fieles al coronel Gadafi ha lanzado un ataque particularmente encarnizado con armas pesadas contra los rebeldes en la localidad de Zauiya, a unos cien kilómetros de la capital, que ha causado un centenar de muertos y decenas de heridos.

El diario electrónicoQuryna afirma que el escuadrón que ha atacado esta ciudad bajo control rebelde desde hace tres días procedía de la localidad vecina de Sebrata, y que tras la agresión millares de habitantes encolerizados han invadido las calles. "Las gentes de Zauiya han conseguido armas y a partir de ahora se constituyen en un movimiento de liberación. Algunos combatientes se dirigen por carretera a Trípoli", ha declarado a Al Jazira un testigo llamado Rabie Cheikh.

Resistencia rebelde

Otro batallón capitaneado por un hijo de Gadafi ha perpetrado un asalto contra la localidad de Mesrata, el este de Trípoli, segúnQuryna. En este caso, los rebeldes han planteado una feroz resistencia, deteniendo el ataque y obligando a los agresores a huir. Al sureste de Libia, otra ciudad, El Koufra, ha quedado bajo el control de los opositores, que han destruido todos los símbolos del régimen, particularmente han desmantelado las fuerzas de seguridad, según las fuentes. Lo mismo ha ocurrido en Zuara, a 120 kilómetros de la capital, donde los "revolucionarios" han derrotado a los policías y los militares.

Y mientras las ciudades libias caen como fichas de dominó en manos de los rebeldes, las defecciones en el seno de las fuerzas armadas se han acelerado. En Bengasi, el jefe de la policía, el general Ali Houweidi, ha anunciado su apoyo a los rebeldes, acompañado por un gran número de oficiales de la base militar aérea de Binina.

Como resumen de la situación actual en Libia, el ministro de Justicia dimisionario ha afirmado que a partir de ahora "las cosas se encuentran entre las manos del pueblo y Gadafi acabará por suicidarse como Hitler".