REVUELTA EN EL MUNDO ÁRABE

Dimite el ministro de Justicia de Líbia por "la sangrienta situación" de su país

EFE / Trípoli

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El  Ministro de Justicia de Líbia, Mustafá Abdeljalil ha presentado este lunes su dimisión "por la sangrienta situación" de su país, según ha informado el diario electrónicoQuryna,próximo a uno de los hijos de Gadafi.

La represión con la que el régimen de Muamar el Gadafi está haciendo frente a las protestas en Libia y el discurso amenazador de Seif el Islam, hijo del líder libio, no parece haber amilanado a los manifestantes. Las protestas han alcanzado Trípoli, donde en las últimas horas se han vivido violentos enfrentamientos entre grupos de ciudadanos que reclaman la caída del régimen y las fuerzas del orden. Los manifestantes han asaltado e incendiado la sede central del Gobierno libio y el edificio que alberga el Ministerio de Justicia en Trípoli, según ha informado la cadena de televisión Al Jazira. Algunas fuentes aseguran que los opositores se han hecho con el control de Bengasi, la segunda ciudad del país. Fuentes hospitalarias han asegurado que al menos 61 personas han muerto en enfrentamientos en la capital.

Según el periodista libio Nezar Ahmed, las fuerzas del orden se han retirado prácticamente de la capital. "No hay prácticamente fuerzas del orden. No se sabe dónde han ido. Esta situación favorece que haya rumores alarmantes por parte de unos y otros", ha apuntado el periodista. Entre los rumores citados por Ahmed figuran la posible huida de Gadafi del país y discrepancias en el seno de las Fuerzas Armadas.

Ahmed también ha relatado que los ciudadanos de Trípoli han comenzado a formar comités en cada barrio para proteger bienes públicos y privados y que gracias a ellos se ha logrado salvar el principal museo de la ciudad de un intento de incendio. El periodista ha confirmado que durante la pasada noche cientos de libios quemaron retratos de Gadaffi y asaltaron e incendiaron varias comisarias, la sede de la radio y la televisión públicas, locales de los comités revolucionarios --encargados de velar por el régimen--, otros edificios públicos y una empresa de construcción surcoreana. En algunos barrios de la capital se han quemado coches y contenedores y se han oído disparos.

Según Al Jazira, al menos dos personas murieron la noche del domingo en la plaza Verde de la capital en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad justo después del discurso televisado del hijo de Gadafi, Seif el Islam, en el que este advertía de que el Gobierno no permitirá el caos.

Ataque a empresas surcoreanas

La pasada noche, cientos de libios, algunos armados con cuchillos y pistolas, asaltaron la sede de una empresa constructora surcoreana en Trípoli. Al menos 20 trabajadores extranjeros (tres surcoreanos y 15 de Bangladés) han resultado heridos, según ha informado este lunes el Gobierno de Seúl. Los asaltantes irrumpieron en la empresa hacia las 23.00 horas de anoche (hora local), se fueron pero volvieron de madrugada, enfrentándose a los trabajadores. En el lugar asaltado trabajan cerca de un millar de obreros de Bangladés y entre cuarenta y cincuenta surcoreanos.

El  jueves, otra empresa constructora surcoreana fue atacada en la ciudad de Darnah, y el domingo otra compañía fue atacada en Bengasi. La mayor constructora de Corea del Sur, Hyundai Engineering & Construction, ha indicado que no tiene intención de retirarse de sus proyectos en Libia. Por su parte, Daewoo Engineering & Construction, la cuarta constructora surcoreana, ha informado que fuerzas de seguridad libias están protegiendo sus instalaciones. El Gobierno surcoreano tiene previsto mantener a última hora de este lunes para analizar la situación de sus empresas en el país norteafricano, donde residen cerca de 1.400 ciudadanos de Corea del Sur.

Bengasi, en manos de los opositores

En Bengasi, diversas fuentes informan de que la ciudad ha sido tomada por los manifestantes, y la situación se repite en otras poblaciones del país. "La ciudad está bajo control de los grupos opositores. No nos dejan salir. Estamos en nuestro lugar de trabajo y algunas oficinas han sido quemadas. Desde hace dos días no tenemos comida. El agua casi se ha terminado y también el combustible", ha explicado a la cadena NTV Ferhat Karsli, un trabajador turco atrapado en la ciudad de Jalu, unos 400 kilómetros al sur de Bengasi.

"Las carreteras hacia esta ciudad han sido destrozadas. Ni el Gobierno libio ni el turco pueden llegar hasta aquí. Hemos llamado al consulado turco en Bengasi y ellos también tienen problemas. De hecho, mientras estaba al teléfono, escuché que allá también se oían disparos", ha apuntado Karsli.

Hasan Bayrak, otro trabajador turco atrapado en Bengasi, ha relatado a la CNN que en las calles de la ciudad se oyen disparos y que "no son de las fuerzas de seguridad". En Libia viven unos 13.000 turcos, que el domingo empezaron a ser evacuados en avión por el Gobierno de Ankara. Precisamente este lunes un avión turco enviado a Libia por el Gobierno de Ankara para repatriar a sus nacionales atrapados por las protestas en el país árabe no ha podido aterrizar en el aeropuerto de Bengasi por hallarse supuestamente en manos de los manifestantes, según ha informado la cadena CNN-Türk.

Según la cadena NTV, los pilotos del avión de Turkish Airlines no han logrado contactar con la autoridad de aviación civil en el aeropuerto, por lo que se han visto obligados a regresar a Turquía.

Balance de víctimas

La cifra de fallecidos a consecuencia de la represión de las manifestaciones en Libia en demanda de una reforma democrática ascienden ya al menos a 233, según la última cifra facilitada por la organización Human Rights Watch (HRW), que basa el dato en información facilitada por fuentes médicas. La organización humanitaria ha pedido a la Unión Africana y a los países occidentales y árabes a que urjan al régimen de Muamar el Gadafi a detener la represión. La pasada noche la capital del país, Trípoli, ha sido escenario de diturbios y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad y se han oído disparos.

"Se está produciendo una potencial catástrofe para los derechos humanos en Libia", ha señalado Sarah Leah Whitson, directora de HRW para Oriente Medio y el norte de África. "Libia está intentado imponer un apagón informativo, pero no puede esconder la matanza", ha añadido Whitson.

Mercenarios extranjeros

Según testigos presenciales, al menos 10.000 personas participaron el domingo en las manifestaciones en Bengasi tras los funerales en memoria de las 84 personas muertas la víspera. Los testigos coincidieron en que cuando la marcha llegó a la altura de Katiba El Fadil Bu Omar, un recinto oficial que incluye una de las residencias de Gadafi y que está fuertemente custodiada, oficiales militares con boinas amarillas comenzaron a disparar indiscriminadamente contra la multitud.

También Amnistía Internacional ha alertado de la masacre de la represión y ha advertido de que el régimen podría haber contratado a "mercenarios extranjeros" para participar en la represión. "Se está asesinando a un alto número de personas y la situación es progresivamente alarmante", ha apuntado Malcolm Smart, director de AI para Oriente Medio y el Norte de África.