TENSIÓN EN EL MUNDO ÁRABE

Los disparos del Ejército causan un muerto entre los manifestantes en la capital de Bahréin

Ciudadanos de Bahréin protestan contra el régimen después de la carga policial de la plaza de la Perla, la noche del jueves en Manama.

Ciudadanos de Bahréin protestan contra el régimen después de la carga policial de la plaza de la Perla, la noche del jueves en Manama. / JG

AGENCIAS / Manama

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Al menos una persona ha muerto y varias decenas han resultado heridas por los disparos del Ejército contra un grupo de medio millar de manifestantes, en las cercanías de la plaza de Lulu, en el centro de Manana, la capital de Bahréin, según fuentes médicas. En declaraciones a la agencia Efe, las fuentes agregaron que otra persona se encuentra en estado muy grave en el hospital de Al Salmaniya.

Miles de personas continúan las protestas contra el régimen de Bahréin que comenzaron el pasado día 14. Tras los disparos de los soldados, que bloquean la plaza desde el jueves, la Policía ha cargado contra los participantes en la protesta con pelotas de goma y gases lacrimógenos.

La gente se ha refugiado en el cercano hospital de Al Salmaniya, y continúan desde allí exigiendo reformas y condenando la actuación de los militares y la policía. Parte del personal médico ha salido a la calle para intentar proteger el edificio, según ha constatado Efe. Las ambulancias, que salieron del hospital para atender a los heridos, han sido bloqueadas por las fuerzas de seguridad que no les permiten regresar al centro médico.

Más de 15.000 personas en los funerales

El jueves, la policía desalojó a la fuerza la céntrica plaza Lulu, donde durante dos noches miles de manifestantes se han concentrado para exigir reformas políticas y económicas. Desde el comienzo de las manifestaciones, al menos siete personas han muerto, cuatro de ellas el jueves durante el desalojo de la plaza.

El Ejército ha anunciado que su despliegue en las calles de la capital tenía como objetivo preservar la paz social y la seguridad de los ciudadanos y residentes en el país. Manama ha sido también testigo de multitudinarias marchas a favor y en contra del régimen.

El príncipe heredero de Bahréin, Salman bin Hamad Al-Khalifa, ha prometido dialogar con la oposición cuando el país vuelva a la calma. Más de 15.000 personas han asistido este viernes a los funerales por dos de los cuatro fallecidos el jueves en la violenta carga policial contra los manifestantes acampados en la céntrica plaza de la Perla, en Manama, la capital de Bahréin. Los ciudadanos reclaman reformas políticas y sociales y la caída del régimen del rey Hamad bin Isa al-Khalifa.

Gritos en favor de la unidad de sunís y chiís

Los funerales por Alí Khoderi, de 53 años, y Mahmud Mekki, de 23, han tenido lugar en el municipio chií de Shifra, a las afueras de Manama. Miles de ciudadanos han avanzado en procesión y han mostrado su descontento y su rabia con las autoridades. Así, han gritado consignas a favor de las reformas. "Ni chiís, ni sunís. Unidad nacional", "Sunís y chiís son hermanos" o "La gente quiere la caída del régimen" han sido algunos de los eslóganes coreados. "Justicia, libertad y monarquía constitucional" ha sido otra de las reclamaciones de los manifestantes. Bahréin es un estado donde el 70% de la población es chií y que está gobernada por una dinastía de la minoría suní.

En la mezquita donde se han celebrado los funerales, el padre de Mekki explicaba emocionado que antes de irse a la manifestación, su hijo le dijo: "No te preocupes papá. Quiero libertad". "Las protestas continuarán", ha asegurado Abu Taki, un empresario inmobiliario que ha asistido a las exequias. Durante la concentración, no se ha visto presencia policial.

"Fuera de control"

El Gobierno ha justificado la carga de la policia y del Ejército el jueves contra los manifestantes en la plaza de la Perla --acabó con 4 muertos y más de 200 heridos-- argumentando que el país estaba al borde del "abismo sectario". Un abogado de Sitra, Hassan Radi, ha replicado este viernes en los funerales que "nadie quiere ser sectario, pero la gente está forzada a serlo cuando es discriminada. No hay trabajo ni respeto", ha denunciado a las puertas de la mezquita. "Lo que pedimos es un Estado moderno con una Constitución democrática que asegure los derechos de los ciudadanos", ha añadido.

Jalal Fairooz, un dirigente del grupo opositor chií Wefaq, cuyos 17 diputados renunciaron el jueves a sus escaños en el Parlamento, ha advertido de que las protestas está "fuera del control de los partidos políticos". "La gente está llena de rabia. Quieren un gobierno elegido democráticamente", ha apuntado.