AL MENOS UN MUERTO Y 403 HERIDOS

Al menos un muerto y más de 400 heridos en El Cairo tras el primer ataque de los partidarios de Mubarak

Enfrentamientos en la plaza Tahrir en El Cairo.

Enfrentamientos en la plaza Tahrir en El Cairo. / AA/MSF

KIM AMOR / RICARDO MIR DE FRANCIA / Enviados especiales. El Cairo

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El centro de El Cairo sigue en estado de alerta. La batalla campal retransmitida por las televisiones de todo el mundo, que ha causado al menos un muerto y más de 400 heridos, ha mostrado una imagen dantesca que evidencia el caos en el que está sumido el país levantado contra el presidente, Hosni Mubarak, que se resiste a abandonar el poder. Por primera vez, han irrumpido los partidarios del dictador en el conflicto, en un movimiento no espontáneo que ha llevado la violencia a las protestas hasta ahora pacíficas contra el régimen.

Pese a la crudeza de la batalla de la plaza de Tahrir, lo cierto es que los enfrentamientos se han circunscrito a un área de la ciudad, en concreto en una entrada de la plaza junto al Museo Egipcio, también afectado por cócteles molotov. Una línea divisoria marcada por dos carros de combate y unos camiones ha servido de referencia a los partidarios de Mubarak y los opositores para escenificar con el intercambio de pedradas una pelea medieval y abusurda. Fuentes de seguridad han señalado a Efe que "los choques se han extendido ya a las calles aledañas de Tahrir, especialmente a la vecina plaza de Abdelmenem Riad y al puente de Qasr el Nil".

Temores

El Ejército ha sido testigo estático de los enfrentamientos, pero crece el temor a que la ofensiva de los partidarios de Mubarak pueda extenderse a otros barrios de la ciudad, lo que haría imposible el control de la situación incluso para el Ejército. De extenderse los disturbios, El Cairo, una ciudad con más de 15 millones de habitantes y con calles de hasta 40 kilómetros de longitud, sucumbiría de manera irrefrenable a un caos incontrolable. Algunas detonaciones se han oído en la ciudad, presumiblemente disparos al aíre efectuados por militares, sirven para recordar que la pesadilla no ha acabado ni mucho menos.

Hasta el Museo Egipcio, emblema universal de la cultura, ha sufrido el ataque con cócteles molotov, aunque al final solo la fachada se ha visto afectada. El toque de queda y la llegada de la noche ha reducido los enfrentamientos en la zona. En el entorno del área de combate, los típicos edificios inacabados cairotas han sido literalmente desballestados para la obtención de piedras que lanzar contra los oponentes. 

El dirigente opositor Mohammed El Baradei ha pedido al Ejército que abandone la neutralidad e intervenga para proteger a los egipcios inmersos en los combates callejeros. "El Ejército debe tomar una posición ahora i no seguir neutral", ha dicho Baradei en declaraciones en la cadena de televisión por satélite Qatarí Al jazera.

Más de 400 heridos

Son muchos los heridos por los enfrentamientos, que varias fuentes atribuyen a miembros de la policía sin uniforme, funcionarios y desarrapados a sueldo. Miles de personas participan en los enfrentamientos y la labor de los periodistas es casi imposible, ya que son objeto de agresiones, especialmente por parte de los partidarios de Mubarak. Un soldado ha muerto, al parecer cuando ha caído de un puente por accidente. Las primeras cifras oficiales apuntan a un total de 403 heridos de consideracion, aunque todo indica que serán muchos más, después de todo un día de escaramuzas y correrías junto al Museo Egipcio.

Barricadas y cargas a caballo

Las barricadas son la nota principal en la zona. En ese clima de confusión la integridad de cualquier persona en la zona está amenazada. Incluso se han desatado cargas a caballo y camello por parte de individuos llegados del extrarradio.

Los primeros enfrentamientos se produjeron cuando medio millar de partidarios del régimen se han saltado todos los controles de acceso a la plaza, vigilada tanto por el Ejército como por civiles para evitar, precisamente, que grupos violentos reventasen el carácter pacífico de la revuelta. Los recién llegados, partidarios de Mubarak, se han encarado con los miles de ciudadanos que mantenían la protesta por noveno día consecutivo. 

Discurso incendiario

El discurso de Mubarak de la noche del martes fue el detonante del caos actual. Los seguidores de Mubarak le defienden al grito de "Mubarak se queda". El Ejército había pedido tras el discurso de Mubarak a los ciudadanos que abandonasen las protestas y retomasen su vida normal. En un comunicado emitido por la televisión pública, un portavoz de la cúpula militar ha resaltado que los egipcios ya han hecho llegar su mensaje y que sus demandas han sido escuchadas, por lo que es momento, consideran los militares, volver a la vida normal.

Las imágenes desgarradoras de lo que aparenta el embrión de una guerra civil han impactado en la comunidad internacional. El presidente de EEUU, Barack Obama, ya instó la noche del martes a Mubarak a iniciar de manera inmediata el proceso de democratización del país.

Postura del Ejército

La postura del Ejército está considerada clave para el desarrollo de la revuelta. Algunos analistas ya han advertido de que las tensiones en el seno del Ejército pueden incrementarse si Mubarak permanece en el cargo demasiado tiempo y si los oficiales más veteranos apoyan a un líder que ha perdido legitimidad. "Cuanto más tiempo dure esta situación, más riesgo de que la gente asocie a los militares con Mubarak. Es muy peligroso", ha señalado Faysal Itani, analista experto en África y Oriente Próximo. Si Mubarak abandona, quizá la oligarquía militar egipcia pueda preservar parte de sus privilegios acumulados durante más de 30 años de dictadura. Si el conflicto de la plaza de Tahrir se extiende las consecuencias son impredecibles.

La oposición ha hecho oídos sordos al llamamiento del Ejército y ha pedido a los ciudadanos que sigan en las calles hasta que Mubarak dimita y que se sumen el viernes a una nueva jornada de protestas masivas, el bautizado como Viernes de la partida, en alusión a la supuesta salida del país del presidente. "Llamamos a la gente a seguir protestando en la plaza de Tahrir y pedimos a todos que participen en el Viernes de la Partida", ha subrayado Mustafa Naggar, portavoz de la coalición opositora que integran, entre otros, la Asamble Nacional para el Cambio de Mohamed el Baradei y los Hermanos Musulmanes.

Baradei

Baradei, que ha sido designado por todos los grupos de la oposición para lidera la transición, ha señalado que lo importante de la revuelta es instaurar la democracia en el país. "No estoy necesariamente interesado en presidir el país. El tema de quién va a gobernar no importa demasiado. Lo realmente importante es que será elegido por los ciudadanos", ha destacado en declaraciones a la cadena NBC.