MASACRE EN UN ACTO POLÍTICO

La congresista Giffords es capaz de comunicarse con gestos

Handout photo of Jared Loughner, suspected gunman in the shooting of U.S. Representative Giffords in Tucson

Handout photo of Jared Loughner, suspected gunman in the shooting of U.S. Representative Giffords in Tucson / ET/SAP

IDOYA NOAIN / Nueva York

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La congresista Gabrielle Giffords, que fue atacada por un joven que le disparó en la cabeza, sigue en estado grave, pero es capaz de responder con gestos cuando se le habla, según han dicho los médicos que la atienden. En el tiroteo murieron seis personas y otras 11 resultaron heridas. Entre los muertos hay una niña de 9 años y el juez federal John Roll.

En una conferencia de prensa en el Centro Médico de la Universidad de Arizona, el jefe de traumatología, Peter Rhee, ha indicado que, debido a la operación que sufrió tras el disparo en la cabeza y la aplicación de ventilación asistida, no puede hablar, aunque sí es capaz de "comunicarse, de responder a órdenes simples".

Búsqueda de un cómpliceEl joven de 22 años detenido como autor de la matanza, Jared Lee Loughner, se ha negado de momento a colaborar con el FBI apelando a la quinta enmienda. 

La policía ha descartado que el hombre buscado en relación con el tiroteo de Arizona esté implicado en el incidente, al comprobar que se trataba del taxista que transportó al autor de los disparos, según informa la prensa estadounidense.

La congresista demócrata, que ganó por un escaso margen su reelección para un tercer mandato en las elecciones legislativas de noviembre pasado, recibió un tiro en la cabeza a corta distancia. La bala, de 9 milímetros y disparada con un arma semiautomática, entró por la parte frontal de la cabeza de la congresista, le atravesó el cerebro y salió por la parte posterior.

Pese a la delicada zona afectada, el hecho de que el proyectil saliera sin explotar y que la congresista estuviera consciente y fuera capaz de hablar al llegar al hospital, hace que los médicos estén optimistas sobre su recuperación. 

Gabrielle Giffords fue la primera congresista judía por el estado de Arizona y la mujer más joven elegida en las urnas en ese estado en el 2000, según destaca suweb.

Congreso paralizado

La primera consecuencia política de lo ocurrido ayer se vivirá en Washington. Los republicanos, con mayoría en la Cámara baja --para la que Giffords había sido elegida por tercera vez en noviembre--, han anunciado que paralizarán todas las acciones legislativas esta semana. El martes tenían previsto votar una propuesta para revocar la ley de reforma sanitaria aprobada en marzo. Esa fue precisamente la norma cuyo debate radicalizó a los conservadores en contra y tras cuya aprobación se intensificaron los ataques y amenazas a congresistas que la habían apoyado, entre los que se cuenta Giffords.

No está claro que Loughner esté vinculado a movimientos ultra como el Tea Party, que ha sido uno de los más brutales opositores a la reforma sanitaria. Escritos y vídeos que había hecho en internet muestran a un joven más bien desequilibrado que escribía textos incoherentes salpicados de teorías conspirativas o de extrañas referencias al lavado de cerebros y el control mental. En su página de MySpace colocó la foto de un libro de historia de EEUU sobre el que puso una pistola.

Despedida en MySpace

El otoño pasado Loughner fue expulsado de la universidad, que avisó a sus padres de que no le volverían a aceptar si no pasaba un examen mental. Compró la pistola de 9 milímetros que usó en el tiroteo hace solo dos meses. Al parecer fue rechazado por el Ejército cuando intentó alistarse. Había comparado con terroristas a una compañera de clase que leyó un poema sobre un aborto. Y el sábado de madrugada escribía en MySpace “Adiós. Queridos amigos¿ Por favor no os enfadeis conmigo”.

Pese a la falta de un motivo definido por ahora, el país reflexiona ahora sobre la radicalización política. Y nadie la denunció con más claridad que el sheriff del condado de Pima, responsable del área de Tucson. “La rabia, el odio y la intolerancia en este país están haciéndose atroces y desafortunadamente Arizona se ha convertido en una especie de capital. Nos hemos convertido en la meca para el prejuicio y la intolerancia”, criticó Clarence Dupnik, que denunció que “la retórica exaltada que se ha asentado en la política puede ser discurso libre, pero tiene consecuencias”.

Arizona ha estado en el ojo del huracán político durante el 2010 también por la ley de inmigración más dura y restrictiva del país, cuyas partes más polémicas frenaron los tribunales. Aunque Giffords se oponía a esa ley, ha defendido un endurecimiento de los controles fronterizos y denunciaba la falta de acción contra la inmigración ilegal en Washington.

La niña de 9 años nació el 11-S

Uno de sus colegas en el Congreso, el senador John McCain, fue uno de los más duros en su condena del ataque, cuyas víctimas mortales fueron un juez federal, una niña de 9 años nacida el día de los atentados del 11 de septiembre del 2001, el jefe de prensa de Giffords, de 30 años, y tres ancianos de entre 76 y 79 años. “Quien sea que ha hecho esto, sea cual sea su razón, es una desgracia para Arizona, el país y la raza humana. Merece y recibirá el desprecio de toda la gente decente y el más fuerte castigo de la ley”, dijo el senador.