ENTREVISTA EN 'THE GUARDIAN'

Julien Assange: "Si algo nos pasa, hay un resorte automático"

El fundador de Wikileaks asegura que han tenido unas 100.000 descargas de los cables diplomáticos

Assange, el pasado 4 de noviembre en Ginebra.

Assange, el pasado 4 de noviembre en Ginebra. / cb

EL PERIÓDICO / Barcelona

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Julian Assange, perseguido por las policías de medio mundo a raíz de una orden de detención internacional instada por Suecia, ha respondido a las preguntas enviadas por los lectores del diario británico The Guardian, este mediodía a partir de las 14.00 horas.

Assange, desde un lugar no especificado, ha retado a quienes le persiguen a intentar frenar la historia. "La historia ganará. El mundo va a ser elevador a un lugar mejor. ¿Sobreviviremos? Depende de vosotros", remataba el periodista australiano, que ha recordado sus trabajos editoriales y que ahora define su labor como "un editor y director ("publisher and editor-in-chief") que organiza y dirige a otros periodistas". "Si algo nos pasa a nosotros, las partes importantes serán reveladas automáticamente. Los archivos del Cable Gate (como se conoce la filtración a la prensa de 250.000 cables diplomáticos estadounidenses) están en manos de varias organizaciones de noticias". Unas 100.000 personas, explica, se han descargado el material. 

El fundador de Wikileaks ha explicado las rutinas de trabajo de la web --"todo se revisa al menos por un periodista"-- y su voluntad de proteger sus fuentes "ante cada revelación periodística". "Sin estos esfuerzos, los periodistas no seríamos nada", asegura. Assange ha explicado que el soldado Bradley Manning --acusado por el Pentágono de estar tras las filtraciones relacionadas con las guerras de Irak y Afganistán así como de los cables diplomáticos-- "si fuera el caso, sería sin duda un héroe sin igual".

También ha defendido los motivos para eliminar nombres de personas anónimas de las filtraciones para protegerlas y de dejar al descubierto los mecanismos del poder. Assange, ciudadano australiano, ha mostrado su desafección hacia el Gobierno de su país --"que ha declarado que colaborará activamente con los Estados Unidos en sus ataques contra mí y nuestra gente"--, y ha reconocido que no puede volver a Australia.

Amenazas de muerte desde el 2007

Assange no ha dado mucha importancia a las amenazas de muerte recibidas, porque las recibe, dice, desde que en el 2007 publicaran unos informes sobre las elecciones en Kenia. Sobre las declaraciones del consejero canadiense Tom Flannagan, en las que pedía directamente su cabeza, ha respondido que "deberían ser perseguidas penalmente como incitación al crimen".

Sobre su papel como cara visible de la web, afirma que aunque se siente "el pararrayos" de toda esta historia, es la forma de ganar credibilidad ante las fuentes, pero que el espíritu de Wikileaks es "la tradición anónima de los matemáticos franceses que trabajaron en el Bourbaki". "Pero desde abril, nuestra rutina no la ponemos nosotros, sino las presiones de EEUU", explica. 

Assange ha insistido en la doble moral de servidores que ellos consideraban comprometidos con la libertad de expresión, como Amazon, que les ha negado el alojamiento por presiones del Gobierno estadounidense.