Merkel, reelegida presidenta de la CDU con el 90,4% de los votos

La cancillera alemana, Angela Merkel, ha sido reelegida presidenta de la Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU) con un 90,4% de los votos en el congreso que el partido celebra en la ciudad de Karlsruhe. A pesar de la amplitud del resultado, Merkel, líder del partido desde el 2000, ve reducidos los apoyos respecto al congreso de hace dos años, en que rozó el 95% de los votos.

Tras la reelección de Merkel, que se daba por segura, los delegados de la CDU procederán a elegir al resto de la dirección, incluidas las vicepresidencias, a las que optan tres políticos afines a la línea de Merkel: Ursula von der Leyen y Norbert Röttgen, ambos miembros de su Gobierno, y Volker Bouffier, primer ministro en el estado de Hesse. De la cúpula quedarán apeados tres de los eternos rivales de la cancillera; los exbarones regionales Roland Koch y Christian Wulff, ahora presidente del país, y Jürgen Rüttgers.

Ovación de 10 minutos

Merkel ha abierto el congreso con un discurso de 75 minutos en el que ha orientado su mensaje al ala más conservadora del partido, centrándose en la pujanza económica del país, la defensa de los valores conservadores y los ataques a la oposición. Su intervención ha provocado los aplausos del millar de delegados de la CDU, que la han ovacionado durante 10 minutos.

La cancillera ha presentado a su partido como el artífice de un nuevo "milagro alemán" que maravilla al mundo por haber logrado sacar al país adelante frente a la crisis internacional. "Prometimos, en la cúspide de la crisis, sacar Alemania adelante. Hoy Alemania está mejor que casi todos los demás", ha proclamado Merkel. "Nuestro país tiene hoy tanto éxito que el mundo habla de milagro alemán. En realidad no es un milagro, sino algo que los alemanes, y la CDU en concreto, hemos logrado trabajando duro y en la dirección correcta", ha insistido.

Los logros económicos

Ante el millar de delegados que participan en el congreso, Merkel ha defendido cada uno de los pasos dados bajo su liderazgo tanto frente a la crisis griega --"que puso en juego la estabilidad del euro y el futuro de Europa"--, como las recetas defendidas ahora ante la cumbre del G-20. "El buen europeo no es siempre el que actúa rápido, sino el que actúa con inteligencia", ha sentenciado, en alusión a las críticas iniciales a su gestión por parte de sus socios europeos, que llegaron a  reprochar a Alemania falta de determinación y lentitud.

Merkel ha presumido de la recuperación económica, el descenso del desempleo --"asumí la cancillería con cinco millones de desempleados, ahora hay menos de tres millones"- y se ha ganado una sonada ovación al defender la marca made in Germany. "No vamos ahora a ser castigados porque los buenos productosMade in Germany se exporten a todo el mundo", ha señalado en relación alboomexportador alemán, motor tradicional de su economía, que suscita "la admiración y respecto mundial".

La vista en las elecciones

A continuación, la cancillera ha lanzado duros ataques a la oposición socialdemócrata y verde y ha llamado a los suyos a presentar batalla en la ronda de elecciones regionales del 2011, entre otras las previstas en el estado de Baden-Württemberg, al que pertenece Karlsruhe.

También ha incidido en los valores cristianos como puntal y referente de la sociedad alemana y ha hecho hincapié en que Alemania da "de todo corazón" la bienvenida a todo aquel que "respete y observe nuestra cultura de referencia". De esta manera Merkel ha hecho un guiño al ala más conservadora del partido, un cambio respecto a anteriores discursos, en los que incluso se la tacho de "socialdemocratizada".