VETO A UNA TELEVISIÓN

Marruecos suspende las actividades de Al Jazira

BEATRIZ MESA / Nuakchot

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El Gobierno de Marruecos rompió al final la baraja. Después de dos años de negociaciones, que se han ido al traste, las autoridades marroquís han suspendido las actividades de la cadena televisiva Al Jazira y han retirado las acreditaciones a sus dos periodistas en Rabat por «atentar contra la imagen del país».

Según el ministro de Comunicación, Jalid Naciri, la cadena qatarí «dañó los intereses del país y su imagen, especialmente en los asuntos relativos a la integridad territorial», haciendo alusión directa al espinoso conflicto del Sáhara Occidental.

INFORME DE HRW / «La cobertura de nuestra cadena siempre ha sido equilibrada y objetiva», afirmó uno de los reporteros, el marroquí Anás ben Salá, tildado por Rabat de «activista político». Ben Salá está convencido de que todo comenzó a raíz de un reportaje sobre un informe de la organización Human Rights Watch (HRW) que criticaba las violaciones de los derechos humanos de los saharauis. «No fui yo quien lo denunció, sino HRW, a la que citamos en todo momento. ¡Somos periodistas!», subrayó Ben Salá, quien se acaba deexiliar en el Líbano para seguir ejerciendo el periodismo.

La televisión árabe ha recurrido ante la justicia marroquí contra la retirada de las acreditaciones y ha presentado una querella contra el primer ministro, Abás el Fasi, y el Ministerio de la Comunicación.

Al Jazira es la última víctima de una larga redada que dura desde el año 2008, fecha de despegue para el cierre de rotativos, multas millonarias y condenas contra la prensa que han puesto de manifiesto la falta de voluntad del Estado de iniciar una real transición democrática sin autocensura. La “nueva era” iniciada por el monarca Mohamed VI “ha terminado”, denunció a El Periódico Boubkar Jamai, el que fuera director del semanario Le Journal Hebdomadaire, al que echaron el candado por su línea crítica contra la hegemonía de Palacio. “No puedo entender cómo la UE y España, en particular, sea el principal guardián de mi país siendo consciente de la represión mediática que estamos sufriendo” sentenció Jamai.

La mayoría de los periodistas independientes están convencidos de que el futuro de la prensa libre en Marruecos habrá que ir a buscarlo ahora en internet. Hasta los periodistas extranjeros se encuentran bajo la espada de Damocles. Ayer mismo, en el Aiún, la capital del Sáhara Occidental, las autoridades prohibieron a los corresponsales españoles acceder al campamento que alrededor de 20.000 saharauis han levantado cerca de la ciudad para reivindicar mejores condiciones de trabajo y vivienda.