CRECE EL ESCÁNDALO DE PEDERASTIA EN BÉLGICA

El primado de la Iglesia belga silenció un caso de abusos

ELISEO OLIVERAS / Bruselas

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Ninguna autoridad eclesiástica belga parece escapar al estigma de haber intentado silenciar los casos de abusos sexuales de menores que llegaban a su conocimiento. El actual primado de la Iglesia Católica belga, el arzobisbo André-Joseph Léonard, cuando era obispo de Namur en el 2006 intentó evitar que trascendiera un caso de abusos que le fue comunicado por la propia víctima, según ha revelado hoy la prensa belga.

El asunto, que está siendo investigado por la fiscalía de Arlón, se produjo hace cuatro años cuando Ivo C. se puso en contacto con el entonces obispo de Namur para explicarle que en los años 50, cuando estaba estudiando en un internado católico de la región, en Habay-la-Neuve, había sido víctima de abusos sexuales por parte del director del internado y de un religioso.

Silencio

Léonard le respondió por carta que los hechos que quería denunciar habían prescrito y que no podía facilitarle la identidad del religioso que Ivo C. había mencionado. El entonces obispo no recomendó a la víctima que se dirigiera a la justicia, ni siquiera a la comisión eclesial sobre abusos sexuales de menores creada a principios de la década. Esa comisión, tras la dimisión de las magistradas que participaban en ella por la negativa de la Iglesia a asumir la más mínima responsabilidad en los abusos, pasó a ser dirigida a principios del 2010 por el psiquiatra infantil Peter Adriaenssens.

El informe de Adriaenssens, presentado el 10 de septiembre tras las maniobras judiciales de la Iglesia para cercenar la investigación iniciada por el juez Win de Troy sobre la ley del silencio impuesta por las autoridades eclesiásticas, reveló que existían al menos 475 casos de violaciones y abusos de menores cometidos por los miembros del clero belga.

El sida como justicia

El arzobispo Léonard, ha añadido más leña al fuego al reafirmar que considera "la epidemia del SIDA como una forma de justicia inmanente", con lo que culpabiliza a las propias víctimas de la enfermedad. Esta polémica reflexión aparece en un libro publicado el pasado miércoles en neerlandés, que recopila una serie de entrevistas realizadas al arzobispo, y que hoy ha desatado una ola general de críticas por todo el país.

Léonard también intenta relativizar la gravedad de los abusos de menores cometidos por el clero e insiste en que "la mayoría de los casos de pederastia se producen en el seno de la familia", olvidando como recuerdan los editorialistas que los abusos eclesiásticos son especialmente graves porque fueron cometidos precisamente por los pastores que debían guardar el rebaño.

Revés judicial para la Iglesia

El Tribunal de Casación, equivalente a Tribunal Supremo, anuló el pasado 12 de octubre las controvertidas decisiones de las Cámaras de Acusación que habían declarado ilegales los registros realizados el 24 de junio por el juez De Troy en la sede de la Iglesia belga, en la residencia privada del anterior primado, el cardenal Gotfried Dannels, y en la comisión Adriaenssens.

La nueva sentencia anula la devolución de las pruebas obtenidas en esos registros a la Iglesia, como pretendían las autoridades eclesiásticas, y permiten al juez De Troy proseguir sus investigaciones, al menos temporalmente. El Tribunal de Casación dio finalmente la razón a un grupo de víctimas de abusos, que recurrió la decisiones judiciales previas favorables a la Iglesia, porque la Cámara de Acusación ni siquiera se había molestado en escuchar la opinión de las víctimas. La Iglesia ha anunciado que reiniciará el proceso para anular esas pruebas.