Nuevo escándalo en París

La existencia de un archivo secreto de gitanos causa estupor en Francia

Las fuerzas de seguridad se disponen a evacuar un campamento gitano, ayer, al oeste de París.

Las fuerzas de seguridad se disponen a evacuar un campamento gitano, ayer, al oeste de París.

ELIANNE ROS / París

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Adiferencia de otros países, como Estados Unidos, en Francia las estadísticas étnicas están prohibidas. Elaborar listas oficiales en función del origen de los ciudadanos es considerado un delito, castigado con cinco años de prisión y 300.000 euros de multa. En este contexto, y cuando aún no se han apagado las brasas del escándalo levantado por las expulsiones de gitanos, el descubrimiento de que la Gendarmería había elaborado un fichero para identificar a los miembros de la comunidad romaní causó ayer estupor.

El diarioLe Monderevela en su edición de ayer que las cuatro principales asociaciones de gitanos presentaron el miércoles una denuncia ante la justicia para perseguir a los autores de este «fichero étnico ilegal». Según estas asociaciones, el documento ha sido bautizado nada menos queMinorías étnicas no sedentarias (MENS)y sus ideólogos no pueden ser más oficiales. Se trata de la Oficina central de la lucha contra la delincuencia itinerante (OCLDI), basada en Arcueil, en la periferia de París.

Después de haber insistido en que las expulsiones de gitanos no respondían a ningún criterio étnico, el descubrimiento del fichero ha vuelto a pillar al Gobierno desprevenido. Se trata de una situación que recuerda al bochorno que produjo la aparición de una circular interna que pedía a los prefectos que se desmantelaran con «preferencia» los campamentos de gitanos y que desató la ira de la comisaria de Justicia de la Unión Europea, Vivianne Reding.

CONTROL DE DATOS / Si entonces el ministro del Interior, Brice Hortefeux, hizo rectificar inmediatamente el documento, ayer se sacó de encima el asunto. Dijo no tener conocimiento del fichero y, aunque pedirá un «control» de las «bases de datos de la Gendarmería», recordó que la institución depende de su ministerio desde hace muy poco. Hasta agosto del 2009, este cuerpo militar, similar a la Guardia Civil, estaba adscrito al Ministerio de Defensa.

Fuentes de Interior admiten, no obstante, que los ficheros conocidos con las siglas MENS fueron utilizados por la Gendarmería en los años 90. «Desprenden un tufo que puede traer muy malos recuerdos», indicó William Bourdon, abogado de las asociaciones gitanas. La alusión a la segunda guerra mundial la ratificó su colega Françoise Corra: «No estamos en 1940, esperamos una reacción pública para que esto se pare enseguida. En el seno de este Gobierno se encuentra el principal peligro para la paz social».

No fue el único episodio que reabrió ayer la polémica sobre los gitanos. El Parlamento aprobó un texto pactado con Rumanía sobre la protección de los menores de este país que se encuentran en Francia sin familia. La disposición, que permite repatriarlos en ocho días y sin tener en cuenta su opinión, fue criticada por la oposición. «Es hora de acabar con el escándalo de los niños explotados en nuestras calles», argumentó el ministro de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, que aludió también a «la prostitución » y «los niños obligados a robar en el metro».

Otra vez la espinosa asociación entre extranjero y delincuencia. Aunque esté avalado por datos policiales, este tipo de planteamiento provoca gran incomodidad en Francia, donde a los gitanos de nacionalidad francesa se les llama «gente de viaje» para no estigmatizarles.