PROBLEMAS PARA LA PRENSA INDEPENDIENTE

El semanario marroquí más crítico con el Gobierno de Mohamed VI, obligado a cerrar

El ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno, Jalid Naciri.

El ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno, Jalid Naciri.

BEATRIZ MESA

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La prensa independiente marroquí se queda sinNichane, la versión en árabe deTelquel, el semanario más crítico con el poder central. El diario no ha podido seguir soportando el boicot publicitario "orquestado por el Estado marroquí", denunció a EL PERIÓDICO, su director, Ahmed Benchemsi.

La presión sobre Nichane comenzó en agosto tras la encuesta que publicó sobre los diez años de reinado del monarca Mohamed VI y una explosiva información relacionada con elholdingreal. Se acaba así otra de las revistas valientes que tuvo una línea crítica con el poder central y la hegemonía de Palacio y se acaba así la llamada "primavera marroquí" para los periodistas independientes.

Cuando todo parecía indicar que el papel ayudaría a la transición democrática del país y que la nueva era iniciada por el monarca Mohamed VI acabaría con la inquisición y la autocensura en la información, una oleada sin precedentes de represión mediática en los últimos meses ha echado por tierra las expectativas de gente como Hicham Hudeifa, Aziz Yacoubi, Omar Radi, Alí Anouzla, Khalid Gueddar, Driss Chahtane, Boubkar Jamai o Tuafic Buachrin. Sus plumas regresaron al cajón de donde salieron con ganas de convertir en un vestigio losaños de plomo. Sin embargo, las circunstancias son bien distintas.

Prohibido ensuciar "la imagen del país" 

El ministro de Comunicación marroquí y portavoz del Gobierno, Jalid Naciri, no lo pudo decir más claro hace unos meses: "Queda prohibido que los medios ensucien la imagen del país". "Los temas deben tratarse con justicia y respeto. No se trata de la censura, ni de la restricción de las libertades públicas", expresó el ministro Naciri.

"A nosotros nos pueden controlar fácilmente y es por esto que están buscando los mecanismos para coartar además a los corresponsales", dijo Yacoubi, experiodista deLe Journal, otro semanario al que echaron el candado hace casi un año también por su línea dura contra el Estado marroquí.

"El año 2010 es la regresión total en libertad de prensa para todos. En los últimos ocho años se ha producido una involución inesperada propia de los regímenes dictatoriales", comenta a EL PERIÓDICO, Alí Anouzla. Vive señalado por la justicia "desde que publicamos la información sobre la enfermedad del Rey", hasta que su diario,Al Jarida Al-Oula, se rindió porque era imposible acatar la millonaria multa económica que le perseguía y estar condenado al vacío publicitario.

Presiones sobre los anunciantes

El cierre lo echaron el pasado mes de mayo "por problemas financieros". El Estado marroquí evita la confrontación directa y ha optado por una nueva fórmula para terminar con las informaciones subversivas. "Presionan a los anunciantes para que se retiren de la publicidad en diarios como el mío y, claro, sin financiación es imposible sobrevivir", añade Anouzla.

El escritor y dramaturgo marroquí Driss Ksikes lo ha denominado la "presión económica centralizada". No sólo los anunciantes, bajo el yugo del Makjén (poder central), boicotean a la prensa libre, las imprentas y los distribuidores actúan también como redactores jefes al servicio del Ministerio del Interior y de la Comunicación para "censurar aquello que atente contra el poder", explica Ksikes.

"¿Te puedes creer que el último informe de Amnistía Internacional en el que Marruecos es señalada por la falta de libertad de expresión sólo lo ha publicado el diario Akhbar Al-Youm,que también tiene problemas? ¡El resto siente miedo!", asegura con voz de indignación Anouzla.

La esperanza, en internet

Está convencido de que el futuro de la prensa libre en Marruecos habrá que ir a buscarla ahora en internet: "Estoy sobre un nuevo proyecto digital que las armas de Palacio no podrán detener". Aziz Yacoubi le sigue en su iniciativa. "Fijáte ahora. ¿Qué nos queda? ¿Telquel? Ni siquiera esta revista, desde que cerraronLe Journal,se atreve a hablar del expediente del Sáhara o los asuntos del Rey", apunta Yacoubi.

No es difícil detectar la voluntad del reino alauí de proteger una hegemonía política controlada por el mejor amigo del Rey, Alí Himma, quien creó el partido llamado PAM. "Estas personas ya no quieren la molesta prensa libre que desvela las hegemonías tiránicas", manifiesta el joven periodista Hicham Hudeifa, también en paro desde la desaparición deLe Journal. "Te voy a decir algo, han podido cerrar los diarios, pero no han matado a los periodistas". Es el último mensaje esperanzador de Hudeifa después de conocer que Marruecos está clasificado, según Freedom House, como "país no libre" en materia de libertad de prensa.