Con la porra en la cabeza

Las autoridades rusas han intensificado el acoso contra la oposición liberal al Kremlin a instancias del primer ministro ruso, Vladimir Putin. Las fuerzas antidisturbios dispersaron a puñetazos dos manifestaciones de la oposición celebradas en Moscú y San Petersburgo sin la autorización del Gobierno y detuvieron a dos centenares de personas, mientras agentes de policía registraron ayer una reputada revista opositora en el marco de una investigación.

Los opositores se manifiestan todos los días 31 en la plaza moscovita de Triumfalnaia para defender el derecho a la libertad de expresión, garantizado por el artículo 31 de la Constitución. Putin había advertido a la oposición no parlamentaria de que se aplicaría mano dura en las manifestaciones sin permiso oficial.«Es necesario recibir autorización de las autoridades locales. ¿La reciben? Manifiéstense. Si no, no tienen derecho. Si salen a la calle cuando no tienen derecho, recibirán en la cabeza una porra. Eso es todo»,declaró al diario moscovitaKommersant.

Comentarios despectivos

En unos humillantes comentarios dirigidos a los opositores el primer ministro ruso les recomendó que expresen sus críticas ante las cámaras«detrás de la esquina de un retrete»,en alusión a que las fuerzas opositoras tienen relativamente poco apoyo entre los rusos. Inspirados en la bendición de Putin a suprimir con fuerza las protestas callejeras, los agentes de la policía antidisturbios, conocidos como OMON, detuvieron el martes a 70 manifestantes en Moscú.

El exviceprimer ministro ruso Borís Nemtsov fue detenido en la plaza Triumfalnaia cuando acompañaba a la eurodiputada finlandesa Heidi Hautala, jefa de la subcomisión de Derechos Humanos de la Eurocámara. También otros líderes del movimiento opositor Solidarnost, organizador de la protesta, como el líder bolchevique, Eduard Limónov, o el liberal Iliá Yashin. En San Petersburgo fue arrestada la dirigente del Frente Civil Unido, Olga Kurnosova.

Un portavoz de la policía informó que en la manifestación, convocada en Moscú, participaron 400 personas,«300 de las cuales eran periodistas».Liudmila Alekseieva, del grupo pro-Derechos Humanos Helsinki, denunció que debido a las obras en la plaza Triumfalnaia apenas quedaba espacio para los asistentes a la convocatoria, pero calculó que había unas mil personas.

Arrastrados por el asfalto

Alekseieva, que fue agredida por los agentes en una reciente manifestación, declaró que no se arriesgará más a participar en futuras protestas de la oposición.«La policía cerca todos los accesos al lugar de la manifestación y a los que consiguen infiltrarse les golpean con porras y les arrastran por el asfalto como si fueran terroristas. Debido a mi estado de salud no puedo arriesgarme más»,dijo Alekseieva a este diario.

El Ayuntamiento rechaza por sistema las solicitudes de la oposición de concentrarse en la plaza Triumfalnaia, pese a lo cual el Solidarnost afirmó que seguirán adelante con sus planes. Putin respaldó la decisión de prohibir las protestas antigubernamentales. El primer ministro opinó que si el objetivo de la oposición es que las autoridades cedan, y estas lo hacen,«habrá otro motivo para las provocaciones, ese es el punto; y así, eternamente».

Coincidiendo con esa campaña contra los opositores, agentes de la policía moscovita, apoyados por un grupo del OMON armado y con los rostros tapados, registraron ayer la redacción de la reputada revista opositoraNew Timesdentro de una investigación. ElNew Timeses uno de los pocos medios opositores que quedan en Rusia y sus periodistas han investigado varios importantes casos de corrupción.