El rescate de los mineros atrapados en Chile se alargará hasta final de año

El rescate de los 33 mineros que llevan atrapados desde el pasado 5 de agosto en una mina del norte de Chile se prolongará hasta finales de año. Así lo ha reconocido hoy el presidente del país, Sebastián Piñera, mientras los equipos de rescate se preparaban para emprender la tarea.

"Probablemente no van a estar con nosotros en la superficie para el Bicentenario (18 de septiembre), pero sí van a estar con nosotros para la Navidad y el Año Nuevo", ha prometido Piñera tras asistir a un acto religioso en homenaje a los trabajadores.

El rescate irá a cargo de una máquina de 30 toneladas que puede tardar unos 120 días en excavar un conducto de cerca de 70 centímetros de diámetro que servirá para devolver a los mineros a la superficie desde la galería en que están, a casi 700 metros de profundidad. Los técnicos encargados de esta operación han empezado hoy a preparar la instalación de la máquina, que podría empezar a trabajar en dos días.

Además, una tercera sonda se aproxima ya a la galería en la que están los obreros y permitirá mejorar la comunicación con ellos y las condiciones en que se encuentran.

Rutina especial

Por otra parte, los encargados del rescate también han empezado a diseñar la rutina que deberán seguir los mineros durante los tres meses que dure su encierro. Se tendrá especial cuidado en su dieta, para evitar que engorden, cosa que complicaría su rescate. El ministro de Salud, Jaime Mañalich, ha señalado que su mayor preocupación son las infecciones que podrían afectar a los trabajadores al vivir en condiciones tan extremas.

Los mineros, que quedaron atrapados en la mina San José, cerca de la ciudad de Copiapó, a unos 830 kilómetros de Santiago, han comenzado a recibir regularmente alimentos. También están recibiendo atención sanitaria y psicológica, con la idea de prepararlos para una larga espera bajo tierra.

Los expertos y autoridades se han sorprendido de las buenas condiciones en las que están los mineros atrapados, lo que se debe, según han explicado, a que se organizaron y, bajo la dirección de Luis Urzúa, un guía de 54 años, racionaron ordenadamente sus escasos alimentos, distribuyeron tareas para disponer de luz y agua y se mantuvieron unidos.

Por otro lado, Leonardo Farkas, un millonario empresario minero, ha regalado 7.000 euros a cada una de las familias de los 33 mineros para que puedan hacer frente a sus gastos mientras estos están atrapados bajo tierra. Farkas también ha anunciado que promoverá una campaña solidaria para reunir 700.000 euros para cada uno de los trabajadores afectados.