máxima alerta en la federación rusa

Los incendios en Rusia llegan a las zonas contaminadas por Chernóbil

Los bomberos trabajan en la extinción de un incendio a unos 50 kilómetros del centro nuclear de Sarov.

Los bomberos trabajan en la extinción de un incendio a unos 50 kilómetros del centro nuclear de Sarov.

DMITRI POLIKÁRPOV
MOSCÚ

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Las autoridades rusas reconocieron ayer lo que ya parecía evidente en las imágenes por satélite. Los incendios forestales, que han quemado casi 800.000 hectáreas en Rusia central, se han apoderado de varias zonas contaminadas por la explosión de la planta nuclear soviética de Chernóbil, en 1986. Fuentes oficiales rusas aseguraron que si no se logra controlar el fuego las consecuencias podrían ser similares a las de la catástrofe de la central nuclear que generó una nube radioactiva.

Un total de 3.900 hectáreas de tierras contaminadas tras el accidente de Chernóbil, ubicadas en el centro de Rusia, han estado afectadas por los incendios forestales, según informó un portavoz de la Agencia Estatal para la Protección de los Bosques (AEPB). Tan solo en la región rusa de Briansk, fronteriza con Ucrania y Bielorrusia y la más afectada por Chernóbil, hay 28 incendios en un sector de 269 hectáreas. Además, los incendios se han declarado en terrenos contaminados con sustancias radioactivas en las regiones rusas de Kaluga, Kurgán, Tula, Oriol, Penza y Chelíabinsk.

La información difundida por la agencia de noticias progubernamental Interfax produjo el efecto de una noticia bomba. El jefe del Servicio Sanitario de Rusia, Guennadi Onischenko, se apresuró a calmar los ánimos: «Todo está tranquilo allí. Que no cunda el pánico». El Ministerio de las Situaciones de Emergencia también afirmó que en la región de Briansk no había incendios.

PRUEBAS EXPLÍCITAS / Semejante reacción propició nuevas revelaciones de la Agencia Estatal de Protección de Bosques. «Existen mapas de las zonas contaminadas y existen mapas de los incendios. Cualquiera puede compararlos. ¿Cómo se puede desmentir esta información?», dijo un representante de la agencia. La oficina moscovita de la organización ecologista Greenpeace también había advertido de que las imágenes recibidas por satélite indicaban la presencia de focos de fuego en zonas contaminadas de la región de Briansk.

Las autoridades locales de Briansk informaron ayer de que varios incendios en la zona contaminada han sido sofocados. «La superficie boscosa con sustancias radioactivas afectada por los fuegos ha sido de 27 hectáreas, del total de 310 hectáreas», dijo el jefe del Departamento de Control de los Bosques de la región de Briansk, Vladimir Kotenkov.

El funcionario reconoció que si el fuego realmente llega a las zonas más contaminadas eso podría tener consecuencias «comparables con las que provocó la propia catástrofe de Chernóbil». La situación se agrava con el hecho de que apenas hay acceso por caminos a las áreas que más sustancias radioactivas han acumulado. Desde 1986, esos enormes territorios boscosos han permanecido cerrados y abandonados.

MEDICIONES EN LA ZONA AFECTADA / Según un comunicado de la Administración de Briansk, expertos del Ministerio de Situaciones de Emergencia realizaron la semana pasada en las zonas contaminadas una serie de mediciones que demostraron que el fondo radiactivo no superaba el marcado por las normas. El 26 de abril de 1986 dos explosiones en la central nuclear de Chernóbil arrojaron a la atmósfera hasta 200 toneladas de material fisible con una radioactividad equivalente a entre 100 y 500 bombas atómicas como la de Hiroshima. La nube radioactiva, que contaminó vastas zonas de Ucrania, Bielorrusia y Rusia, se cobró más de 100.000 vidas, según expertos.

Mientras, el área afectada por los incendios forestales en Rusia disminuyó casi a la mitad. El fuego abarcaba ayer una superficie de 92.702 hectáreas, cuando el martes era de más de 174.000 hectáreas. Pero ayer se registró un nuevo foco cerca del centro nuclear de Sarov. La lluvia que cayó anoche sobre el centro de Moscú permitió respirar a los 10 millones de moscovitas. Sin embargo, el director del Centro Meteorológico de Rusia, Román Vilfand, advirtió de que este alivio será pasajero.