La lucha antiterrorista

EEUU denuncia el arraigo cada vez mayor de Al Qaeda en África

EMILIO L. ROMERO / Nueva York

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«Aunque ha sufrido reveses significativos en el 2009 y la amenaza que representa es más dispersa (…) ha dejado patente que se adapta y que sus ganas de atentar contra EEUU siguen siendo grandes». Se trata de una de las principales conclusiones a las que ha llegado el Departamento de Estado de EEUU sobre Al Qaeda en su informe anual sobre terrorismo en el que reconoce que el fortalecimiento de la red de Osama Bin Laden en Pakistán representa la mayor amenaza para la paz y la estabilidad mundial.

Este año el Departamento reconoce también estar preocupado por la expansión de los colaboradores de Al Qaeda en África, en especial en el Magreb, donde el año pasado secuestraron a extranjeros (mención expresa a los tres cooperantes catalanes raptados en Mauritania) y advierte que en algunos países los líderes tribales fieles a Bin Laden controlan extensas partes de su territorio. Eso sí, destaca que Al Qaeda ha ido perdiendo apoyos en la comunidad musulmana por sus ataques en Irak, Argelia o Indonesia.

La Oficina del Coordinador de la Lucha Antiterrorista advierte en el informe que el arresto o aniquilación de mandos medios de Al Qaeda permitió el año pasado interrumpir las comunicaciones y la financiación de la red y desmantelar complots para atentar en diferentes partes del mundo, pero reconoce que la red de Bin Laden sigue siendo una «fuente de inspiración» para nuevos terroristas en potencia, que a menudo son reclutados en EEUU y países de Europa Occidental.

EN CASA / Washington constata la creciente amenaza que vive en su propia casa con nuevos casos de estadounidenses que terminan convirtiéndose en células activas de organizaciones terroristas. Menciona al mayor Nidal Hasan, responsable de la matanza en la base militar de Fort Hood, o el de Omar Faruk Abdul Mutalab, el terrorista que intentó volar un avión el día de Navidad y fue reducido por los pasajeros.

Por lo demás parecía que en el Departamento de Estado veían ayer motivos suficientes para estar de celebración, ya que por cuarto año consecutivo constataron un importante descenso en el número de ataques terroristas perpetrados en el mundo y una consiguiente menor sangría de vidas inocentes. De las más de 22.700 personas que murieron en casi 14.500 atentados en el 2006 se ha pasado asolo15.000 fallecidos en poco más de 10.900 golpes del terrorismo internacional.

Cuando el año pasado la Administración de Obama anunció el levantamiento de las restricciones de viaje a los cubanoamericanos, la Casa Blanca pidió a cambio «gestos» por parte de la isla para distender las complicadas relaciones bilaterales, pero el régimen de Raúl Castro respondió que no correspondía a Cuba sino a EEUUs seguir dando pasos para facilitar el entendimiento entre ambos países. Uno de los gestos mencionados era retirar a Cuba de la «infame» lista de patrocinadores del terrorismo.

No debería causar sorpresa teniendo en cuenta la historia de las relaciones entre Washington y La Habana pero un año más el Departamento de Estado ha vuelto a incluir a Cuba en el cuarteto de países patrocinadores del terrorismo junto a Siria, Sudán e Irán. Desde la oficina de Hillary Clinton reconocen que los dirigentes de la isla condenan públicamente los atentados de Al Qaeda y ya no apoyan revueltas armadas en América Latina y otras partes del mundo, pero lamentan que Cuba siga dando apoyo ideológico y refugio a miembros de las FARC, el ELN y ETA y permitan que fugitivos de la justicia estadounidense vivan libremente en la isla.

COOPERACIÓN / En cuanto a España, el Departamento de Estado agradece que siga cooperando de cerca con EEUU en la lucha contra el terrorismo, elogia los esfuerzos para prevenir futuros atentados y destaca el arresto de más de una decena de presuntos islamistas, pero insiste un año más en denunciar que el país continúa siendo una importante base logística para organizaciones terroristas que operan en Europa Occidental y un cruce de caminos «estratégico» para el crimen organizado.

Por otro lado, el informe destaca el apoyo del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero a la nueva estrategia de la Casa Blanca en Afganistán con el envío de más tropas españolas, y en clave interna también menciona el 50º aniversario de ETA, las detenciones de la cúpula de la banda, los asesinatos que cometió el año pasado y el cambio de Gobierno en el País Vasco con el primer presidente no nacionalista desde la restauración de la democracia.

Capítulo aparte merece Venezuela, que vuelve a estar incluido en la lista de países que no cooperan plenamente en la lucha contra el terrorismo, especialmente desde que EEUU y Colombia firmaron su tratado de cooperación en materia de defensa. El Departamento de Estado volvió a acusar a Hugo Chávez de reforzar sus relaciones con países patrocinadores del terrorismo como Irán, pero reconoce que sigue siendo incierto el grado de apoyo de Caracas a las FARC o el ELN.