ola de incendios en Rusia

La ola de incendios amenaza las instalaciones estratégicas rusas

Soldados rusos conducen un tanque a través de un bosque quemado cerca de Voronezh, ayer.

Soldados rusos conducen un tanque a través de un bosque quemado cerca de Voronezh, ayer.

DMITRI POLIKÁRPOV / Moscú

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los incendios forestales, de una virulencia sin precedentes y que en solo dos semanas han causado 48 víctimas mortales en Rusia, están cada vez más cerca de instalaciones estratégicas. El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ordenó ayer al Ministerio de Defensa proteger del fuego centrales nucleares, bases militares y depósitos de municiones.

«Las instalaciones estratégicas causan preocupación. Tenemos infraestructuras extraordinariamente peligrosas, ante todo las bases del Ministerio de Defensa, depósitos y arsenales de armas y municiones», dijo Medvédev, quien se vio obligado a regresar con urgencia del mar Negro a Moscú para asistir a una reunión del Consejo de Seguridad.

Los incendios ya han obligado a las autoridades rusas a retirar con urgencia el material radiactivo del Centro Nuclear Federal de Sárov, a 500 kilómetros al este de Moscú. El jefe de la agencia atómica rusa, Rosatom, Serguéi Kirienko, informó de que se ha retirado todo el material radiactivo para evitar cualquier riesgo de fuga. «Se puede garantizar que, incluso en casos extremos, con vientos huracanados, a niveles de desastre natural, no hay ninguna amenaza para la seguridad nuclear, ni para la seguridad radiactiva, ni de explosiones, ni de consecuencias ecológicas», aseguró.

LOS CESES / Medvédev regresó a Moscú precisamente para cesar a varios altos cargos de la Armada rusa por «negligencia criminal» a causa del incendio, la semana pasada, en una base naval situada en Kolomna, a 100 kilómetros al sureste de Moscú. «Lo que ocurrió fue consecuencia del incumplimiento de las obligaciones profesionales y de una negligencia criminal, pues no se consiguió localizar el incendio, aunque se propagaba de forma bastante lenta, mientras el mando de la base no se sabe dónde estaba», dijo Medvédev.

El presidente advirtió al ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov, de que habrá más destituciones en los próximos días si «algo parecido vuelve a quemarse». Las cabezas que cayeron fueron las del jefe de Intendencia y Retaguardia de la Armada, así como del almirante Serguéi Serguéiev, y del comandante y dos subcomandantes de aviación.

Los incendios han sido provocados por una ola de calor sin precedentes desde hace 130 años. Las altas temperaturas, que en la parte central de Rusia, incluida Moscú, han alcanzado esta semana los 40 grados, van acompañadas de una fuerte sequía. El fuego ha quemado decenas de pueblos y destruido unas 2.000 casas con una superficie habitable total de 60.000 metros cuadrados. Unas 4.000 personas se han quedado sin hogar.

Ayer se declararon 403 incendios en bosques y 13 más en yacimientos de turba. Anoche, 520 incendios seguían activos en una superficie de 188.500 hectáreas. Las críticas a cómo las autoridades han gestionado esta crisis empiezan a aparecer. El primer ministro, Vladimir Putin, está en el centro de todas las miradas.