La política exterior estadounidense

EEUU refuerza de forma unilateral las sanciones a Corea del Norte

Clinton llega a bordo de un tren a la frontera. Fuera del convoy vigila un soldado norcoreano.

Clinton llega a bordo de un tren a la frontera. Fuera del convoy vigila un soldado norcoreano.

ADRIÁN FONCILLAS
PEKÍN

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Suma y sigue. EEUU anunció ayer nuevos castigos a Corea del Norte por el reciente hundimiento de un barco militar surcoreano. Pyongyang es probablemente el régimen que acapara más sanciones del mundo. También es al que menos influyen en su comportamiento, sin que la escasez de resultados durante décadas haya recomendado un cambio de táctica global.

Las medidas fueron anunciadas por la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, en viaje por Seúl. No concretó demasiado, pero sí se esforzó en aclarar que no van contra el ya sufrido pueblo norcoreano, del que esta semana se sabía que carecía de anestesia en las operaciones quirúrgicas, sino contra «las equivocadas y malignas prioridades de su Gobierno». Washington, dijo Clinton, estudia congelar los bienes de bancos o particulares norcoreanos de quienes sospeche estén relacionados con la carrera nuclear. También prevé trabar la compra de los bienes de lujo que consume la élite.

PREVENIR LA PROLIFERACIÓN / Las sanciones buscan «prevenir la proliferación nuclear, detener las actividades ilícitas que ayudan a los programas armamentísticos y desanimar posteriores provocaciones», según Clinton, quien también advirtió de las «graves consecuencias» que provocará cualquier ataque norcoreano. Washington ha decidido las sanciones de espaldas a la comunidad internacional, hastiado de la actitud contemporizadora de China y Rusia en el Consejo de Seguridad.

Clinton y el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, están en Seúl para conmemorar el 60º aniversario del inicio de la guerra de Corea y reunirse con sus homólogos surcoreanos, Yu Myung-hwan y Kim Tae-young, respectivamente, a quienes han reafirmado su pacto de defensa frente a las agresiones de su díscolo vecino del norte. Durante la mañana, la comitiva estadounidense había visitado la Zona Desmilitarizada, la franja de 2,5 kilómetros de ancho y dos millones de soldados que divide ambas coreas.

La temperatura en la península se elevó cuando el navío surcoreanoCheonanse hundió en marzo y murieron 46 tripulantes. Una comisión internacional certificó que un torpedo norcoreano había causado el hundimiento, lo que Pyongyang ha negado con vehemencia. Washington reclama a Corea del Norte la asunción de culpas antes de reiniciar las negociación a seis (ambas coreas, Estados Unidos, Japón, China y Rusia) tendentes a su desnuclearización, y el orgulloso régimen de Kim Jong-Il no frecuenta los renuncios.

TENSIÓN AL ALZA / No es previsible que la tensión se rebaje. Corea del Norte ha advertido que consideraría cualquier sanción suplementaria por el casoCheonancomo una declaración de guerra. En espera de hipotéticas muestras de potencial balístico o nuclear a medio plazo, hoy es previsible otro comunicado inflamado de la agencia oficial norcoreana.

Tampoco ayudarán las maniobras conjuntas de EEUU y Corea del Sur, que empezarán este domingo y durarán cuatro días en el mar del Este. Estas maniobras, en las que participarán muchos de los 28.500 soldados estadounidenses en la península, son motivo de roces.