Un mes de concentraciones en la Plaza de la República

El 15M francés explora nuevas estrategias para ampliar su base social

'Nuit Debout', en pleno debate interno, cumple un mes de vida mientras sopesa unir fuerzas con los sindicatos

Simpatizantes del movimiento de los indignados franceses se concentran una noche lluviosa en la plaza de la República de París.

Simpatizantes del movimiento de los indignados franceses se concentran una noche lluviosa en la plaza de la República de París. / periodico

EVA CANTÓN / PARÍS

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“Es necesario que el movimiento gane la batalla contra la ley laboral porque, si no, todo lo que está pasando aquí desaparecerá. Necesitamos un sentimiento de victoria que, de momento, no se ha conseguido”. Olivier Besancenot, antiguo candidato presidencial y exportavoz del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA), está sentado discretamente en un ángulo de la Plaza de la República de París mientras se desarrolla la Asamblea General de Nuit Debout -nombre con el que se conoce al movimiento de los indignados franceses- en la que por primera vez intervendrá un líder sindical.

El pasado jueves, la presencia en la plaza del secretario general de la CGTPhilippe Martínez,  al término de la cuarta movilización en dos meses contra la reforma laboral de François Hollande, era un indicio de que Nuit Debout busca alianzas para incorporar en su lucha a otros sectores sociales.

El movimiento de los indignados franceses cumple este domingo su primer mes de vida inmerso en un vivo debate sobre su identidad y la estrategia a seguir a partir de ahora.

Aparecen también las primeras disensiones internas entre los partidarios de unir fuerzas con los sindicatos aprovechando la jornada reivindicativa del Primero de Mayo y quienes temen ser objeto de una capitalización política por los agentes sociales tradicionales, cuyos valores ven poco compatibles con el espíritu de un movimiento que huye de los padrinazgos y recela de los líderes.

“El movimiento de la plaza no puede durar eternamente. Después de varias semanas la cuestión que se plantean es ¿qué hacemos? Una posibilidad es que haya cada vez menos gente y acabe lentamente. Otra es convertirlo en un movimiento organizado, pero eso no se hará sin caer en luchas de poder y será el fin de Nuit Debout. Otra posibilidad es la radicalización, lo que supondría un enfrentamiento más fuerte con el Estado”, señala a EL PERIÓDICO, el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de París, Yves Sintomer.

Los incidentes violentos ocurridos en la madrugada del viernes durante el desalojo de la plaza por parte de la policía, que se saldó con 24 detenidos, pese a ser protagonizados por una minoría de radicales, suponen un riesgo para la legitimidad de Nuit Debout.

LA DERECHA PIDE LA EVACUACIÓN

En la derecha ya arrecian las voces que reclaman al Gobierno la evacuación definitiva, alegando que su ocupación es incompatible con el estado de emergencia en el que vive el país desde los atentados de noviembre.

Otro foco de tensión es el creciente protagonismo de figuras como el economista Frédéric Lordon o el periodista François Ruffin, realizador de la película satírica ‘Merci patron’ (‘Gracias jefe') y uno de los iniciadores de Nuit Debut.

También ha dado mucho que hablar la expulsión de la plaza el pasado 16 de abril del polémico filósofo Alain Finkielkraut. “No estamos aquí para hacer animación ciudadana. No somos amigos de todo el mundo ni venimos a traer la paz”, justificó luego Lordon. Una reacción en la que algunos participantes ven una deriva sectaria alejada de la horizontalidad  del movimiento.

En opinión del profesor Sintomer, independientemente del futuro de Nuit Debout, la experiencia puede ser el germen de pequeños liderazgos, el núcleo de otros movimientos futuros, porque indica que "hay ganas de hacer política de manera distinta a la tradicional".

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