ESPECIE INVASORA

Vengadores de cotorras

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rcugat34010889 l hospitalet de llobregat 23 05 2016 sociedad barc160523174455 / JOSÉ JAVIER PETRIRENA

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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Un nido de cotorras argentinas puede superar los 50 kilos, por lo que es fácil que se desplome si la rama del árbol que lo cobija no resiste el peso. En previsión de que sucediera un accidente, el Ayuntamiento de L'Hospitalet de Llobregat envió la semana pasada a técnicos de mantenimiento a podar un pino del parque de La Marquesa donde anidaban estas aves prensoras americanas consideradas una especie invasora por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Los vecinos que presenciaron a los jardineros podando un árbol de La Marquesa en mayo no entendían nada. "¿No podían haberlo hecho en invierno?", comentaban. Y clamaron al cielo cuando se dieron cuenta de que los empleados del ayuntamiento estaban destruyendo el nido de cotorras, lo que ocasionó la muerte de cuatro polluelos que cayeron al suelo. Ello ha suscitado protestas de vecinos que han creado cierta alarma al colgar en las redes sociales estremecedoras fotografías de los cuerpos sin vida de los pajaritos.

NIÑOS Y PROTECCIONISTAS

En sus comentarios, se muestran indignados por "el maltrato" sufrido por las crías, aunque la versión del consistorio difiere totalmente. Según un portavoz del ayuntamiento, había un nido excesivamente grande en un pino muy alto. "Empezaba a desquebrajarse una rama, por lo que si se rompía y desde esa altura caía sobre alguien, podía matarlo. Es una zona que frecuentan los niños y no nos la podemos jugar", argumenta. Incluso, se tuvo que alquilar una máquina con una cesta que pudiera elevarse más de 20 metros para poder acceder al nido, y tratar a los polluelos con "el máximo cuidado".

Antes de iniciar la operación, el consistorio contactó con el departamento de Salut Ambiental de la Generalitat, y también avisó a la protectora de animales Olescan para que estuviera presente durante la poda y se hiciera cargo de las crías que se iban colocando en una caja de cartón con papel de diario. "De los 11 polluelos encontrados (10 de cotorras y uno de paloma), dos fallecieron, dos tuvieron que ser eutanasiados, cuatro estaban en perfecto estado y tres sufrieron alguna herida por lo que una de las cuidadoras de Olescan se los llevó a casa y ha conseguido salvarlos", explican fuentes municipales.

PROTOCOLO ANTE ESPECIES INVASORAS

El portavoz recuerda que el protocolo a seguir ante las especies invasoras es avisar a los Aagentes Rurales, que las hacen desaparecer. "Pero previniendo los comentarios y reacciones de algunos vecinos, decidimos proteger a los polluelos", señala el portavoz.

Las cotorras están consideradas una plaga, pero a diferencia de otras especies invasoras, esta ave exótica provoca simpatía por su colorido plumaje verde, por su actitud social y por ser una mascota (en Europa) que ha conseguido asilvestrarse. Gracias a su carisma tiene muchos defensores. José Javier Petrirena, uno de los vecinos más activos en las protestas por la muerte de polluelos, entiende la necesidad de controlar la cantidad de aves que crecen desmesuradamente. "Pero matar a las crías tirándolas al suelo desde lo alto, no es la forma de tratar a ningún animal. La conclusión es obvia: está claro que, para el ayuntamiento, el trato hacia los animales no merece ninguna consideración", se expresa Petrirena, que está divulgando las fotos con las crías fallecidas a través de su cuenta de Facebook. 

Otro vecino, Manuel Laxe, critica que L'Hospitalet haya prohibido el mercado de los pajaritos, pero "podan los árboles en mayo y en junio para matar a polluelos".