Recortes en la segunda ciudad catalana

L'Hospitalet renuncia a la radio y la tele para salvar políticas sociales

Núria Marín, alcaldesa de L'Hospitalet, (en el centro), seguida de trabajadores de la televisión municipal, ayer.

Núria Marín, alcaldesa de L'Hospitalet, (en el centro), seguida de trabajadores de la televisión municipal, ayer.

CARLES COLS
L'HOSPITALET

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Cariacontecida, la alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín, anunció ayer su decisión de cerrar de manera inmediata la televisión y la radio públicas de su ciudad. Ahorrará así 2,8 millones de euros y, de ahí su semblante grave, dejará sin trabajo a unas 70 personas. Algunas de ellas, como el médico que se opera a sí mismo de apendicitis, cubrieron personalmente ayer la rueda de prensa en la que la alcaldesa justificaba su decisión. «Con la crisis no podemos dar ni un paso atrás en políticas sociales», dijo la alcaldesa, y la tele y la radio, subrayó después, «no son servicios prioritarios». No lo interpretó así el Col·legi de Periodistes de Catalunya, que en un comunicado calificó la decisión de «golpe difícilmente explicable a la libertad de información»y que, además, «debilita la democracia».

Marín quiso ser ayer especialmente exhaustiva en el retrato de las finanzas de L'Hospitalet, pues se trata de un municipio que, cuando comenzó la crisis, cerraba los ejercicios con superávit y que, en los años de bonanza, tuvo la fortuna de planificar, edificar y poner en marcha, por ejemplo, el polo económico de la plaza de Europa, pues hoy solo esa zona aporta el 25% de los ingresos del Impuesto de Actividades Económicas de toda la ciudad. Pero ni siquiera con esos antecedentes L'Hospitalet ha podido resistir la embestida de la crisis, lamentó la alcaldesa.

Esta explicó que en el 2012 el ayuntamiento tiene que devolver a la Administración central 5,6 millones de euros por el erróneo cálculo con el que el Gobierno central realizó las transferencias a los municipios en los años 2008 y 2009. A ese varapalo a las arcas municipales se suma la política de recortes de la Generalitat, que en el caso de las ayudas a las guarderías infantiles tiene, además, carácter retroactivo. También los ingresos propios han caído por culpa de la parálisis económica general. La respuesta inicial del Ayuntamiento de L'Hospitalet el pasado mes de octubre fue anunciar una subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y de algunas tasas. La cifras, no obstante, ni así cuadraron. Ayer fue cuando Marín pasó a las palabras mayores, una vez que ya han quedado atrás las elecciones generales y que, también, la Corporació Catalana de Radio i Televisió ha anunciado su intención de cerrar dos de sus seis canales. En su cariacontecida rueda de prensa, la alcaldesa expuso más medidas de reducción del gasto público, como la amortización de las jubilaciones de funcionarios, la reducción al mínimo indispensable de las horas extras y el recorte sin contemplaciones de algunas partidas presupuestarias, como las de protocolo, que en el 2008 representaban 92.000 euros y en el 2011 fueron 12.000, pero todos esos planes de ahorro quedaron ayer eclipsados por la decisión de bajar la persiana de la emisora de televisión (1,8 millones de euros al año), y de la radio (1,1 millones). En el segundo caso, los afectados son empleados de una empresa municipal. En el primero, son trabajadores de una concesionaria cuyo contrato está vinculado a la pervivencia del canal.

Mientras Marín justificaba su decisión, como melodía de fondo, bajo la ventana, se oía la protesta de los afectados. «Lo siento, pero era un modelo insostenible», zanjó la alcaldesa.