El Velòdrom esprinta

La sede de las pruebas de ciclismo en pista de los Juegos Olímpicos afronta su primera reforma integral 30 años después de inaugurarse. Deportistas y aficionados comparten la instalación.

Las obras incluyen la mejora del circuito de BMX, anexo al Velòdrom.

Las obras incluyen la mejora del circuito de BMX, anexo al Velòdrom.

LUIS BENAVIDES / BARCELONA

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Inaugurado en 1984 para acoger unos mundiales de ciclismo como ensayo de los Juegos Olímpicos de 1992, el Velòdrom Municipal d'Horta (paseo del Vall d'Hebron, 185) es objeto estos días  de una reforma que costará a las arcas municipales unos 2 millones de euros. «Es la primera reforma importante que sufre el velódromo  en sus 30 años de vida. Hasta la fecha solo hemos podido hacer un mantenimiento correctivo», cuenta Miquel Herrando, director del velódromo y miembro de la Federació Catalana de Ciclisme.

El Velòdromo es mucho más que una pista ovalada de 250 metros reservada para un grupo selecto de ciclistas que persiguen mejorar su tiempo. Sus instalaciones acogen también a varios clubes de aficionados y la Escola Municipal de Ciclisme. "Acuden deportistas de todos los niveles. Tenemos un pequeño grupo de elite en el nivel tecnificación, pero también una escuela. En el nivel de iniciación, por ejemplo, hay 30 niños entre 8 y 14 años", cuenta Herrando, quien matiza que pedalear en la pista sirve para preparar otras modalidades como el ciclismo de montaña, el trial o el BMX.

ACTUACIONES

La reforma incluye, entre otras cosas, la sustitución de las maderas de la pista. Estos trabajos comenzaron a finales del año pasado y podrían alargarse  hasta el próximo mes de abril. "No es un parquet cualquiera, requiere mucha precisión. Se está empleando el mismo tipo de madera tropical, ideal para el exterior por su resistencia al paso del tiempo", cuenta Herrando.

La actividad no ha cesado a pesar de las obras. "Seguimos entrenando en el exterior, con bicicleta o subiendo y bajando escaleras,  y en la nueva sala de entrenamiento, con 20 rodillos y un método similar al spinning", cuenta Jaume Mas, presidente de Pista Barcelona, un colectivo con unos 40 miembros. "Unos vienen a prepararse para competir, otros simplemente quieren ponerse en forma... Aquí les asesoramos», añade el exseleccionador olímpico español de ciclismo.

En el presupuesto municipal, resultado de una auditoría iniciada en el 2010, también entran la mejora de la accesibilidad a la instalación de personas con movilidad reducida, la renovación de las instalaciones de aire acondicionado y la remodelación del circuito de BMX, pegado al velódromo. "Será un circuito más rápido, con curvas asfaltadas y unas medidas reglamentarias. La idea es que pueda albergar competiciones internacionales", cuenta Alfredo Moreno, entrenador del equipo BMX Genesis.

LA DESEADA CUBIERTA

El velódromo es la joya de la corona del segundo  anillo olímpico de Barcelona, el situado a los pies de Collserola. "En Catalunya hay otros cinco velódromos, pero no están al mismo nivel. El de Horta es el único con pista de madera", detalla Herrando, quien reconoce que para devolver estas instalaciones a la primera línea sería necesario una mayor inversión. "Desde hace unos años todos los mundiales y olimpiadas de ciclismo en pista deben ser bajo cubierto", añade.

Si Barcelona hubiera sido escogida para acoger los Juegos Olímpicos de invierno de 2022, la suerte del velódromo de Horta habría cambiado. Y es que la candidatura tenía previsto destinar unos 27 millones de euros a su reforma integral, incluyendo una cobertura total del recinto.