CARLOS PALACÍN ES PRESIDENTE DEL QUÍMIC EQUIP DE RUGBY

«El rugbi atrapa dentro y fuera del campo»

El Químic Equip de Rugby (QER), fundado en el 2000, es un club de aficionados que pagan una cuota mensual. 300 de los 6.000 jugadores catalanes federados en Catalunya son del QER, que preside Carlos Palacín.

En el campo de rugbi 8 Palacín. politólogo y presidente del club.

En el campo de rugbi 8 Palacín. politólogo y presidente del club.

ANNALISA PALUMBO / BARCELONA

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Carlos Palacín (Barcelona, 1988) es el presidente del Químic Equip de Rugby (QER). Jugador en el equipo sénior, la bandera del club, se entrena dos veces por semana en el campo de la Teixonera (Granja Vella, 10-12) y compagina el papel de presidente con su trabajo en una fundación.

-¿Cómo llegó al QER?

 

-Hasta los 17 años jugaba a tenis. Cuando me cansé un compañero de clase que jugaba aquí me comentó que podía probar con el rugbi. Vine, me encantó el deporte y el ambiente, y me quedé.

-Y ahora es el presidente.

 

-Fue muy curioso. Al poco tiempo de empezar a jugar, colaboraba en la organización de los viajes del equipo. Me propusieron entrar en la junta directiva y acepté. Cuando el anterior presidente tuvo que mudarse a otra ciudad, me invitó a cenar a su casa y me dijo que le hubiese gustado que yo fuese en nuevo presidente. Nunca lo olvidaré.

-Seis años como presidente de un club fundado hace 15 años.

 

-Es mucho. El año pasado convocamos elecciones, pero no se presentó nadie y me quedé yo. Me encanta ser presidente del QER.

-Este es un club de aficionados.

 

-Nos sustentamos a través de la colaboración de los jugadores. Si son mayores de edad pagan una cuota de 30 euros al mes; si son menores, 20. Todo va destinado al club. Ni los entrenadores ni los miembros de la junta cobran por trabajar aquí, aunque el retorno que nos da en otros aspectos siempre lo paga todo.

-¿Qué aspectos?

 

-Tener una familia paralela. Quien trabaja aquí lo hace porque disfruta. Además, el rugbi es un deporte donde las individualidades están muy diluidas. Necesita del trabajo colectivo o pierdes el partido.

-También se reciben golpes.

 

-Bueno, sí, aunque la imagen de juego violento es muy equivocada. El contacto físico es parte del juego y está estrictamente regulado. La primera vez que juegas un partido y te placan, hay dos reacciones. Una es la de me encanta, pero lo veré por la tele, y la otra es cuando te levantas y vas a por otro balón.

-Está claro cuál de las dos ha experimentado.

 

-Al principio es normal tener miedo, pero la sensación desaparece con el tiempo. El rugbi te atrapa, tanto dentro cuanto fuera del campo. Es una gran escuela de vida.

-¿Por qué?

 

-Es uno de los pocos deportes donde, para ganar, hay que pasar el balón hacia atrás. Si empiezas a correr solo, te van a placar. Los 15 jugadores de un equipo son importantes. Es un deporte con fuertes valores sociales, entre compañeros y más entre rivales.

-¿Entre rivales también?

 

-Sí. Cada partido se compone de dos tiempos de 40 minutos. Pero, cuando se sale del campo, hay un tercer tiempo que se juega fuera. Es una tradición tan fuerte que nadie la rompería. El equipo de casa invita a comer y a beber a los visitantes y al árbitro.

-Un tercer tiempo en toda regla.

 

-Es una prolongación del partido. Termine como termine en el campo, luego beberás con la persona que te ha placado y lo más probable es que le felicites por la acción. Es un código entre la gente del rugbi. Nos conocemos, entrelazamos amistades. Y esto funciona incluso con los equipos de los niños de 5 años.

-¿Solo 5 años y jugando al rugbi?

 

-Sí, y se lo pasan mejor que nadie. Todos nuestros equipos, menos el sénior, tienen como objetivo el de crear buenos jugadores, que se enganchen al rugbi y que no se vayan a los 18 años. Los necesitamos para sobrevivir. Ganar viene después.