GENTE DE HORTA-GUINARDÓ

María José Moscoso: "Competiré mejor con mi nuevo hígado"

Atleta. Organiza desde el 2010 una carrera popular de cinco kilómetros por las calles de Horta. Y desde la pasada edición, María José Moscoso ha convertido la prueba en un acto festivo y solidario contra el cáncer hepático.

En forma 8Moscoso posa con la camiseta de la Nick Horta.

En forma 8Moscoso posa con la camiseta de la Nick Horta.

LUIS BENAVIDES
BARCELONA

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La carrera más importante de María José Moscoso (Lugo, 1959), preparadora física y entrenadora de atletismo, comenzó en enero del 2013 cuando le diagnosticaron un cáncer hepático y le hicieron un trasplante de hígado. Su carrera profesional, con algunos éxitos a nivel nacional e internacional, se interrumpió. Pero sus ganas de volver a competir y ayudar a las personas que están pasando por algo parecido pueden mucho más.

-El domingo 21 de septiembre, la Cursa Nick Horta celebrará su quinta edición con salida desde la calle de Tajo. ¿Cómo empezó?

-En el gimnasio en el que trabajaba, Nick (Font d'en Fargas, 6), había montado un grupo de running y pensé que sería una buena idea compartir nuestra pasión con el barrio. En Horta ya existía una carrera popular, pequeñita, y cogimos el relevo.

-Ahora está de baja pero sigue como organizadora. Su experiencia personal ha marcado a fuego esta carrera urbana de cinco kilómetros.

-Siempre hemos donado los beneficios de la carrera a diferentes entidades, pero el año pasado pensé que debíamos ayudar a la Fundació Institut de Recerca de la Vall d'Hebron (IRVH), para que puedan seguir investigando y mejorar los tratamientos y la calidad de vida de los pacientes de cáncer.

-Lo importante es participar y colaborar con la causa.

-Sí. Siempre hay cinco o seis que buscan hacer un buen tiempo, y es una gozada verles correr, pero la gran mayoría solo piensa en hacer algo de deporte y ayudar a otra gente. El año pasado se apuntaron casi 1.000 participantes y donamos 6.000 euros.

-¿Superarán estas cifras?

-Ojalá. La popularidad de la cursa ha ido creciendo desde los 300 que participaron en la primera. Es difícil hacer una previsión. Lo ideal sería recaudar mucho más dinero, pero para eso la cursa debería crecer mucho y eso es muy complicado por el tamaño del barrio y del recorrido.

-¿Alguna novedad respecto a las anteriores ediciones?

-Sí. La carrera siempre ha estado abierta a todo el mundo, sin diferencias, pero esta vez hemos pensado en los más pequeños y jóvenes con síndrome de Down o cualquier otra discapacidad. Ellos y los niños menores de 10 años solo correrán los últimos 1.500 metros. La idea es que crucen juntos la línea de meta. Su inscripción es gratuita, y habrá camisetas y medalla para todos ellos.

-¿Usted también correrá?

-Me encantaría. Podría por condición física, pero me tocará estar al otro lado, con la organización. Los doctores nunca me han prohibido correr. Necesito correr. Es mi forma de vida. Los primeros días después del trasplante no podía ni caminar. La operación es muy larga y te destroza. En octubre cumpliré un año con el órgano trasplantado y estoy aprendiendo a vivir con ello.

-Es un ejemplo a seguir para mucha gente. ¿También tuvo usted un referente?

-Me puse en contacto con el triatleta Nani López, que también pasó por algo parecido. Él sigue compitiendo. Me ayudó muchísimo. Es una bellísima persona y también se ha implicado en la Cursa Nick Horta.

-¿Cómo le ha cambiado la vida?

-La enfermedad siempre está ahí. Hago prácticamente la misma vida, pero antes era libre: no tenía controles médicos y no estaba pendiente de la medicación.

-He leído que su objetivo es volver a competir como antes.

-¿Como antes? No. Mejor. Se supone que ahora tengo un hígado sano y debería ayudarme.