FESTIVAL DE VERANO DE BARCELONA

Mar Gómez desmitifica la vida celestial

Asi en la tierra como en el cielo

Asi en la tierra como en el cielo / periodico

MARTA CERVERA / BARCELONA

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La coreógrafa Mar Gómez ni siquiera se puede poner seria cuando habla de la muerte. En su nueva propuesta, 'Así en la tierra como en el cielo', que este jueves y viernes estrena en el Mercat (22.00 horas), plantea una curiosa ficción sobrenatural. Teatro, danza y humor negro se mezclan en este curisoso trabajo, una reflexión sobre la muerte muy gamberra. 

Antes de que empiece, los espectadores podrán ver 'La partida', aclamado montaje de calle de la coreógrafa Vero Cendoya sobre el mundo del fútbol. Se representa muy cerca, en la plaza de Margarida Xirgu (entre el Mercat de les Flors y el Lliure) a partir de las 19.00 horas. Esta divertida pieza, uno de los éxitos de la última Fira de Tàrrega, se incluye en la programación gratuita del Grec.   

'Así en la tierra como en el cielo' plantea la posibilidad de que el más allá en realidad no sea ninguna maravilla sino una simple prolongación de la vida. En el peculiar escenario sobrenatural que plantea la obra no hay paz, reposo ni más sabiduría que en la tierra. El el limbo ideado por Mar Gómez y los intérpretes del espectáculo -se trata de una creación colectiva- resulta que todo es muy similar a nuestro mundo. "Todo es igual que aquí solo que tiene el inconveniente añadido de que es eterno", apunta la coreógrafa. La única esperanza para quienes lo habitan es un golpe de azar, simbolizado por una de las máquinas tragaperras tan comunes en los bares. "En realidad en nuestra existencia la suerte tiene mucho más que ver con nuestro destino de lo que pensamos y es algo que expone la pieza", ha afirmado Gómez.

PERSONAJES DE DISTINTAS ÉPOCAS

La pieza cuenta con cuatro protagonistas que deben acostumbrarse a la idea de seguir tirando en el más allá. Xavier Martínez, que asume el rol de un inglés melancólico, califica el montaje como "un Gran Hermano postmortem".  Junto a él, en el supuesto paraíso está un chico que murió tras resbalar en el gimnasio, interpretado por el artista de circo y bailarín Matías Marré. Álvaro de la Peña, de la compañía de danza Iliacán, encarna a un astronauta que ni siquiera acepta su muerte y cree que solo anda perdido en el cielo. Y Carlos Fernández, bailarín que estuvo en compañías como Trànsit, de Maria Rovira, entre otras, completa el reparto convertido en un hombre del siglo XVIII. 

El espacio escénico representa un limbo infinito con ayuda de proyecciones y animaciones. Las contradicciones, dudas y limitaciones del ser humano se amplían en ese cielo creado por Mar Gómez mediante una máquina de la suerte que complica la existencia transformando aleatoriamente el sexo de los personajes. "El azar determina todas situaciones a las que les tocará enfrentarse, como hombre o mujer".