'Claudia' o la dolorosa conquista de la verdad

Tras el éxito de 'Nadia', un emotivo e impactante montaje basado en la vida de una chica afgana que sobrevivió al infierno de la guerra disfrazándose de chico, La Conquesta del Pol Sud estrena 'Claudia'. Su protagonista es Claudia Victoria Poblete Hlaczik, aunque hasta los 22 años fue Mercedes Landa. Esta ingeniera de sistemas, madre de dos hijas, nacida en Buenos Aires en 1978, ha decidido subir a los escenarios para contar cómo asumió su verdadera identidad tras descubrir que sus padres biológicos habían sido torturados y asesinados. La familia del entorno militar con la que creció se la apropió cuando ella era solo un bebé.

"Para mí es muy raro estar en un teatro. Nunca imaginé que terminaría encima de un escenario", ha confesado Poblete, a punto de debutar en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, donde el montaje estará del 28 al 31 de julio. "Esta experiencia teatral me permite tomar perspectiva sobre lo que me ocurrió". En este sentido es "un proceso liberador", admite. "Soy una persona bastante privada pero me siento contenta de haber tomado la decisión de explicar mi caso. No voy a salir igual, lo sé".  

IMÁGENES Y RECUERDOS

Su testimonio en primera persona va acompañado de un gran trabajo de documentación del director Carles Fernández Giua y de su colega Eugenio Szwarcer, responsable de las múltiples filmaciones que arropan a la protagonista en escena. Claudia habla de los límites del poder, de la sociedad y de la necesidad de conocer la verdad. Hurgar en sus sentimientos y su memoria le han permitido "tener una idea más clara de todo lo que pasé".

Recuerda que durante años el paradero de los hijos de presos de la dictadura fue "un tema tabú" en Argentina. En el 2001 ella recuperó su identidad a través de una prueba de ADN, descubrió que era nieta de una abuela de la Plaza de Mayo y tras un proceso judicial muy doloroso, asumió una nueva vida. Su caso marcó un antes y un después. Tras él se derogaron las leyes que protegían la impunidad de los jefes militares de la dictadura argentina. "Estos crímenes fueron considerados de lesa humanidad y, al no prescribir, el caso de Claudia provocó un alud de denuncias", destacan los responsables del montaje.

30.000 DESAPARECIDOS Y 500 NIETOS APROPIADOS

Poblete valora "poder hablar con mi voz y dar mi punto de vista sobre una historia que va mucho más allá de mí". Y considera importante "dar a conocer a lo que pasó en Argentina porque todavía faltan nietos por encontrar". En Argentina la dictadura dejó un balance de 30.000 personas desaparecidas y de los 500 nietos apropiados solo 120 han sido reencontrados por su familia biológica. "Espero que mi testimonio sirva para transmitir que hay vida después de esto, que vale la pena hacer el esfuerzo de saber quién eres en realidad. Seguro que hay gente inmersa en un mar de dudas, quizá verme a mí les ayude".

Habla poco de quienes la criaron, a quienes llama "mis apropiadores" o "mi familia de crianza". Se la ve más a gusto hablando de su "familia biológica". 

En la obra sus recuerdos se mezclan con imágenes proyectadas. Aparecen desde las ruinas de fábricas de Santa Lucía (Tucumán) foco de enfrentamientos entre obreros revolucionarios y el Ejército en los años 70 a imágenes de espacios naturales que ilustran de forma poética los estados de ánimo de la protagonista. Tampoco faltan los lugares donde los militares torturaron a la población que no pensaba como ellos.

"Lo alucinante es que en Argentina todos esos lugares están identificados con unos grandes carteles como Espacio para la Memoria", destaca Carles F.Giua. En ellos se explica qué papel jugaron, por ejemplo, talleres de coches utilizados como como centros clandestinos de detención, tortura y exterminio. "Eso sorprende cuando vienes de España. Aquí solo se ha pasado una capa de pintura por encima".