MODELO DE NEGOCIO EN AUGE

Tienda de quita y pon

Un antiguo garaje de la calle de Santa Tecla acoge comercios efímeros y todo tipo de celebraciones El espacio, gestionado por dos hermanas, se puede alquilar por horas

Las hermanas Martín 8 Carmen y Alexandra posan en la entrada de su versátil establecimiento.

Las hermanas Martín 8 Carmen y Alexandra posan en la entrada de su versátil establecimiento.

LUIS BENAVIDES / BARCELONA

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En los tiempos que corren, ¿qué nuevos negocios pueden permitirse abrir una tienda en un punto céntrico de Barcelona? Es más, con las ventas por internet a la orden del día, ¿hasta qué punto es necesario abrir un establecimiento los 365 días del año? Con estas preguntas como punto de partida, las hermanas Alejandra y Carmen Martín, de 27 y 30 años respectivamente, a elaborar concienzudamente un business plan para el viejo aparcamiento de su abuelo en el número 11 de la calle de Santa Tecla, en la parte más baja de la Vila de Gràcia, a dos pasos del codiciado paseo de Gràcia.

Después de reformar a fondo el aparcamiento, con la única ayuda financiera de unos pocos amigos de confianza convertidos en socios capitalistas, las hermanas Martín han creado Santa Tecla 11. Hasta la fecha, desde su apertura en septiembre de 2014, los 70 metros cuadrados del espacio polivalente han acogido numerosas pop-up stores, algo así como tiendas efímeras, de quita y pon, pero también presentaciones de libros, desfiles  y cócteles. Ya tienen cerradas varias semanas, incluso meses, del próximo 2016. "Se puede alquilar por horas, días y semanas. Depende del tipo de evento, pero un paquete mínimo de 5 horas puede salir por 250 euros. Si cogen más horas, ajustamos el precio", cuenta Carmen.

Sin molestias

En Santa Tecla 11 "siempre pasan cosas", añade Alejandra. No descartan ninguna acción en su espacio siempre y cuando sea respetuosa con los vecinos. "Solo puede estar abierto hasta la 1 de la mañana, como muy tarde. No está pensado para grandes fiestas. Para eso ya hay muchos otros locales", matiza.

Los vecinos han recibido con los brazos abiertos su proyecto. "Me parece una idea estupenda, una buena manera de revitalizar la calle. Durante unos años estuvo muy olvidada, sin vida, pero últimamente han abierto negocios jóvenes, con muchas ganas", cuenta una vecina, María Josefa Fuentes,  quien hace unos meses expuso durante uno días su propia colección de ropa interior en Santa Tecla 11.

María Dolores Güell alquiló durante cinco días el espacio para vender joyas y otros complementos. "Me dedico a la importación y busco espacios para vender en campañas puntuales. Santa Tecla 11 me gusta por su localización, muy céntrica y con mucha gente joven", cuenta Güell.

Las propietarias del negocio no se limitan a dar las llaves del otrora aparcamiento. "Si el cliente  lo desea, puede contar con nosotras en tareas organizativas y de planificación", explica Carmen, con estudios en Dirección hotelera y varias especializaciones como escaparatismo y marketing del sector lujo. Su hermana estudió derecho y habla cinco idiomas. "Vivimos la era de la desespecialización. Cualquier empresario debe tocar muchas cosas, y nosotras -continúa Carmen- creo que nos complementamos muy bien. Hacemos un buen equipo".