Padres, alumnos y profesores se unen para silenciar un patio

Un grupo de madres y padres de la Escola Josep Maria Jujol (Riera de Sant Miquel, 41) ha impulsado un proyecto con la ayuda de alumnos y profesores para reducir la excesiva contaminación acústica que genera su patio semicubierto. Pedir a los niños que griten más flojo, aseguran, no es una opción. "Por poco que corran y jueguen en el patio, ya hacen mucho ruido. Es un problema de reverberación. Además, están muchas horas callados  en las clases y necesitan la hora del patio para sacar la energía que llevan dentro", explica Lucrecia Olivari, madre de una alumna y miembro de la comisión del proyecto Escoltem el pati.

La iniciativa, que comenzó a principios de curso, consta de tres fases. La semana pasada finalizaron la segunda, una lluvia de ideas de los más pequeños que todavía está por clasificar. En la anterior, padres y alumnos estudiaron la problemática de la escuela e investigaron acerca de materiales que puedan amortiguar el ruido con ayuda de especialistas en la materia. "Los niños nos han dado muchas ideas para mejorar el patio, aunque no todas tienen que ver con el problema del ruido. A partir de estas ideas podemos imaginar un nuevo patio y resolver otros problemas", cuenta Mireia Valls, madre y también miembro del Associació de Mares i Pares d'Alumnes.

Entre las peticiones de los alumnos están la colocación de unas mesas en el patio para poder charlar y leer, un espacio para escuchar música y juegos pintados en el suelo.  Los padres quieren que la tercera fase, la ejecución, culmine con algo visible. "Puede ser una combinación de soluciones acústicas, con material reciclado preferiblemente, y una redistribución del patio y sus horarios", detalla Olivari.

MONOGRÁFICO

La iniciativa Escoltem el pati comenzó a principios de curso. Con la complicidad de la dirección de la escuela se ha convertido en un monográfico que durará todo el curso.  "Este año estamos trabajando la contaminación acústica de manera transversal y con todas las clases. El pasillo está repleto de exposiciones de los alumnos sobre el tema", cuenta la directora, Bea Rosal.

"Tenemos una escuela fantástica, bonita y luminosa, pero siempre hemos tenido problemas de ruido. El año pasado conseguimos solucionar, después de años de reivindicación, los ruidos de la calle, ahora con un único carril de circulación y mucho más espacio para los peatones. Este año tenemos que resolver el ruido del patio", afirma Rosal.