LA HISTORIA DE UNA VIEJA PARADA

La estación de metro de Fontana cumple 90 años

La antigua parada de la línea 3 en Gràcia debe su nombre a la fuente de una casa que estaba en el solar

Veterana  8 Entrada de la estación de Fontana, en Gran de Gràcia.

Veterana 8 Entrada de la estación de Fontana, en Gran de Gràcia.

LLUÍS PACHECO / BARCELONA

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Barcelona tiene historia incluso en el subsuelo. La estación de metro de Fontana (Gran de Gràcia, 170), de la línea 3 (verde), fue una de las pioneras de la red suburbana barcelonesa. Este año ha cumplido 90 años y, a pesar de tener casi un siglo de historia, mantiene muchos detalles originales como sus casi 20 metros de profundidad, su peculiar fachada exterior o el único acceso del que dispone.

La estación, que debe su nombre a una fuente ubicada en una finca de Gràcia durante el siglo XVIII, formó oarte desde el principio del proyecto Gran Metro, con el que se puso en marcha la primera red ferroviaria de la ciudad en diciembre de 1924, aunque un retraso en las obras del recinto aplazó su inauguración hasta mayo de 1925. Aquella línea unía las plazas de Catalunya y Lesseps. El proyecto de la estación pudo haber ido más allá. Llegó a proponerse que Fontana fuera la sede corporativa de Gran Metro. Pero la propuesta fue desestimada por la mala relación entre la empresa y el Ayuntamiento.

AZULEJOS CON EFECTO

De aquella estación aún se conservan algunos rasgos. Los más conocidos son los azulejos azules, amarillos y blancos, creados por el artista valenciano Francesc Aguar, que delimitan la entrada a los túneles. En 1925, todas las paredes de Fontana estaban cubiertas de dichos azulejos. "La finalidad de la decoración era ganar sensación de amplitud para que la gente, poco acostumbrada a moverse por el subsuelo, se sintiera más cómoda", comenta Manuel Marina, artífice de las visitas subterráneas sobre la historia del metro organizadas por CultRuta en colaboración con TMB. Marina añade que esos azulejos originales "siguen presentes, pero están escondidos detrás de la decoración del metro". El guía de CultRuta se muestra muy crítico con este tipo de actuaciones. "Hoy podemos presumir de una red de metro moderna, pero no de su patrimonio histórico", comenta.

A lo largo de su historia, la función de Fontana no siempre ha sido el transporte. Durante la guerra civil, la gente usó la estación como refugio. "Era un lugar seguro para la gente que huía de los bombardeos", concluye Marina.

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