Desvelos marca KGB

Comparten barrio y noches de insomnio; algo, sobre todo lo segundo, que une mucho. Tanto, que los vecinos de las calles de Alegre de Dalt, Providència, Martí, Legalitat y Escorial han decidido unirse y resucitar la intermitente cruzada contra los problemas que, principalmente los fines de semana, les causa tener un vecino tan poco discreto como la sala KGB, local con horario de discoteca ---hasta las seis de la mañana-- que, aderezado con la ley antitabaco, hace que los vecinos tengan fiesta --"y lo que no es fiesta"-- bajo sus balcones todos los fines de semana.

"Soportamos las peleas y gritos por las noches y los vómitos y orines en nuestras puertas, cuando no dentro de nuestras porterías, por las mañanas", resume Araceli Caballero, una de las vecinas movilizadas para pedir "tranquilidad, algo tan necesario como poder estar en paz en nuestra propia casa". "Yo vivo en la calle de Providència, relativamente lejos, y lo oigo todo. Todo. Imagina", prosigue la mujer, una de las portavoces del grupo.

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