EN GRÀCIA

El derribo de la antigua Clínica Quirón entra en su fase final

Un enorme brazo con una pinza desmonta las plantas de forma más rápida y segura

La máquina con un brazo de 25 metros desmonta la Clínica Quirón.

La máquina con un brazo de 25 metros desmonta la Clínica Quirón.

ÓSCAR HERNÁNDEZ / BARCELONA

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La antigua Clínica Quirón, cuyos restos aún permanecen medio en pie en la avenida de Mare de Déu de Montserrat, 5-11, en el barrio de la Salut, habrá desaparecido totalmente antes de que finalice el año. La entrada en funcionamiento la semana pasada de un enorme brazo articulado con pinza, que permite el desmontaje rápido y seguro de las últimas plantas que quedan por vaciar, marca el inicio de esta última fase de la deconstrucción del edificio.

«En este caso se trata más de una deconstrucción que de un derrumbe, ya que el inmueble se está desmontando planta por planta», precisa Raimon Salvat, director de Edificación de la empresa pública Barcelona d'Infraestructures Municipals (BIMSA).

La utilización de una máquina de 50 toneladas con un brazo de 25 metros de longitud (equivalente a unos ocho pisos de altura), con una pinza gigante en su extremo, permite retirar los escombros y cortar bien el hierro y el hormigón «de una forma más rápida y segura porque es un trabajo que se puede realizar a distancia», aclara el director.

SOLAR DE 2.000 METROS

 Las primeras dos plantas de la Clínica Quirón se desmontaron a mano cuando empezaron los trabajos, el pasado mes de junio. También a mano se realiza el desmontaje de la franja que toca con las paredes medianeras. En la deconstrucción del inmueble trabajan una decena de operarios. Al acabar los trabajos, quedará un solar de casi 2.000 metros cuadrados.

La Clínica Quirón fue construida en 1970 y constaba de dos plantas subterráneas y siete superiores, incluido el ático. El solar se cubrirá con tierra reciclada procedente del mismo derribo, que se cubrirá con arena de sauló. Se dejarán dos transformadores de una compañía eléctrica, que se cubrirán e impermeabilizarán, ya que continúan dando suministro al barrio.

Sobre el futuro del solar, que de momento quedará vallado e impracticable, aún debe pronunciarse el Distrito de Gràcia. En una moción aprobada por unanimidad en el pleno del distrito hace unos días se acordó elaborar un calendario de reuniones con los vecinos y con los grupos municipales para definir los futuros usos. De momento, BIMSA no tiene instrucciones para acondicionar el terreno provisionalmente con bancos o farolas como se ha hecho en otros solares de titularidad municipal.