UNO DE LOS ESTRENOS DE LA TEMPORADA EN BARCELONA

El megarrestaurante

El Nacional, que ocupa casi una manzana del Eixample, abre hoy sus puertas convertido en el mayor espacio gastronómico de España

El Nacional, en tres instantes. Abajo, a la derecha, Carles Tejedor tras la barra.

El Nacional, en tres instantes. Abajo, a la derecha, Carles Tejedor tras la barra.

FERRAN IMEDIO / BARCELONA

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el espacio gastronómico más grande de España. Ese título puede lucir El Nacional, un megaproyecto (el prefijo mega se queda corto en este caso) que ocupa el interior de una manzana del Eixample entre la Gran Via, el paseo de Gràcia y las calles de Diputació y Pau Claris. Casi 4.000 metros cuadrados que en su día ocuparon un garaje y que desde hoy mismo se consagran a la restauración.

El superestablecimiento (tampoco super hace honor a las dimensiones de tan enorme local) ofrece gastronomía de toda la península Ibérica bajo la supervisión de Carles Tejedor, cocinero que lució una estrella Michelin mientras estuvo en los fogones de Via Veneto, y que ahora comparte la dirección gastronómica de El Nacional con By13, que abrió con el exbaloncestista Sarunas Jasikevicius, y con el proyecto OilMotion, con el que investiga y desarrolla aplicaciones de las decenas y decenas de aceites que hay en todo el mundo.

Lo ha fichado SB Grup, firma que añade a sus hoteles y a su inmobiliaria el nuevo espacio, idea del empresario Lluís Cañadell (Bocagrande), socio también en esta aventura que parte con una inversión inicial de unos seis millones de euros. Un espacio que, cumpliendo los plazos previstos (una sorpresa tratándose de obras largas y faraónicas), abre hoy las puertas (desde paseo de Gràcia, a través de un corto pasaje, y desde Pau Claris, con una entrada discreta) para que los clientes disfruten de los 2.600 metros cuadrados útiles que han quedado tras la reforma.

El reto está servido. Es tan grande como el interior de una manzana del Eixample. Y Tejedor lo asume con humildad. «Es una idea arriesgada y estimulante», admite. Dentro pueden comer a la vez unas 770 personas. Hay 85 cocineros trabajando en cuatro cocinas y 120 en la sala. Abre desde el mediodía hasta las tres de la madrugada.

No es un restaurante, sino un espacio con múltiples formas de entender la gastronomía que se ofrece en España y Portugal, un poco a la idea del mercado de San Miguel de Madrid, pero con un estilo decorativo distinto: se recrea la Barcelona de los años 30 y 40 del siglo pasado con mobiliario hecho a medida para seguir el diseño del ubicuo interiorista Lázaro Rosa-Violán. «Es un viaje gastronómico por la península Ibérica de productos y de técnicas: fritura, hervidos, salazones, conservas, encurtidos... Volvemos a los orígenes», resume el cocinero. Y todo, de temporada.

CARNE, PESCADO, ARROZ, OSTRAS...  / Así por ejemplo, una larga barra hace las veces de vermutería; en otra también sirven vinos, además de quesos y salazones, y hay otra más con champán, cavas y ostras. En un rincón se ofrece pescado y en otro, carne (son los dos únicos sitios donde se aceptan reservas), y hay sitios donde comer jamones, arroces, pinchos, tapas, barbacoas, hornos de leña, cocas tradicionales, bocatas, ensaladas, helados, pasteles... No falta ni la coctelería.

Por si fuera poco, en Pau Claris, 99-101, junto a la entrada al recinto, El Nacional se ha hecho con los bajos para una cafetería-tetería con terraza y una tienda desde la que venderán productos envasados a toda España. Abrirán en el 2015.