Gas argón para vinos eternos

Cuántas veces una botella de vino se ha quedado a medias, lo que obliga a seguir consumiéndola los días posteriores porque el oxígeno acaba dañando la bebida. Coravin ha creado un dispositivo pequeño (hasta ahora todos eran enormes) que permite conservarlas durante años porque con una aguja fina inyecta, a través del corcho, gas argón, un gas noble que presuriza el vino y neutraliza el efecto dañino del oxígeno, de modo que no altera su sabor ni su aroma, como si no se hubiera abierto nunca la botella.