LAS NOVEDADES DE LA TEMPORADA 2015-16

Un curso de lo más apetecible

Grandes nombres de la cocina se involucran en proyectos que verán la luz los próximos meses

Jordi Vilà se instala en la Moritz.

Jordi Vilà se instala en la Moritz.

FERRAN IMEDIO / BARCELONA

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El otoño y el invierno gastronómicos se presentan calientes. Tanto como los fogones de los nuevos restaurantes que verán la luz en los próximos meses, muchos de ellos manejados por grandes nombres de la gastronomía que ya saben lo que es triunfar en una plaza tan competitiva como Barcelona. Estos son los nuevos proyectos con base en la capital catalana.

SEPTIEMBRE

Norte Verdi, Can Codina y Ultramarinos

Septiembre ya ha comenzado con dos proyectos modestos en Gràcia: el nuevo Norte de la calle de Verdi, 4. Los responsables del local homónimo en la calle de Diputació acaban de inaugurar esta semana esta bocadillería (hay molletes, pan de molde y bagels hechos a mano) en la que también se sirven ensaladas. Abre cada día de 18.00 a 00.30 horas. También ha llegado al barrio Can Codina (Torrent de l'Olla, 20), una taberna con aspecto de estar ahí toda la vida y que sirve tapas de toda la vida.

El día 30 llegará un nuevo y más ambicioso local a Barcelona: Ultramarinos se estrenará en la Rambla, junto al Teatre Principal. Diseñado por el omnipresente Lázaro Rosa-Violán con aires urbanos (se inspira en los puestos callejeros de comida) y con música en vivo, cubrirá todas las franjas horarias (de 9.00 a 3.00 horas) y servirá cocina mediterránea con producto nacional.

OCTUBRE

Timesburg, Spoonik y Tejedor en Speakeasy

Luego le tocará el turno al cuarto local de Timesburg (Rosselló, 520), cadena de hamburgueserías con sello Barcelona, y del nuevo Spoonik, un clandestino que celebraba cenas en una casa de la plaza de Lesseps. A partir del día 15, ya de forma públicaJon Giraldo y Jaime Lieberman mantendrán en la calle de Bertran, 28, la fórmula de combinar cocina creativa con audiovisuales, mapping, actuaciones musicales... para alimentar los cinco sentidos de unos comensales sentados en mesas compartidas. Se podrá maridar el menú con vinos, con cavas o con bebidas sin alcohol elaboradas para que encajen con los platos que se servirán.

También vuelve a entrar en escena Carles Tejedor, un tipo inquieto como él solo (se fue de Via Veneto para explorar los aceites de todo el mundo) que se ha asociado con Javier de las Muelas para encargarse de la cocina del clandestino Speakeasy y del restaurante The Academy, ambos en el local que comparten con Dry Martini. En el primero ofrecerá la cocina refinada que aprendió y sublimó en el Savoy de Londres y el Via Veneto barcelonés, donde mantuvo la estrella Michelin que heredó, mientras que en el segundo hará algo «más divertido, más casual, más desenfadado»: platos asiáticos informales como ramen y buns, además de otros divertimentos como ensaladas de cóctel. El tíquet medio raramente superará los 25 euros. «La idea es crear sinergias entre los cócteles de De las Muelas y mi cocina», cuenta el chef. Una cocina más panorámica tras sus viajes por el mundo (ha llegado de una gira por China y Perú) con su proyecto Oilmotion, una de cuyas sedes está en Pekín.

NOVIEMBRE

Los hermanos Kao, La Dama y Jordi Vilà

Noviembre será un mes pródigo. Los hermanos Lluís y Josep Maria Kao abrirán un nuevo concepto en el Hotel Claris. «Un dim sum club -comenta Josep Maria- en el que serviremos dim sum (tapas o platillos chinos como dumplings). Podríamos decir que tendrá un 75% del Kao Dim Sum que abrimos hace un año y medio y un 25% del Shanghai». El nuevo local ocupará el sitio del East 47: a pie de calle habrá comedor y coctelería y en la primera planta, comedor y cocina.

Más hoteles. El Casa Bonay, en Gran Via 700 (entre Bailèn y Girona), tendrá desde finales de noviembre la cocina informal que prepararán los responsables de los exitosos restaurantes de Madrid Sudestada (platos del sudeste asiático con aires latinoamericanos) y Chifa (fusión de cocina creativa peruana y china). Habrá muchos vinos naturales.

Jordi Vilà estrenará una brasería en el sótano de la antigua fábrica Moritz (ronda de Sant Antoni, 41) que «mezclará tradición y modernidad a precios asequibles con producto mediterráneo». El chef ya se encarga de la oferta gastronómica del local de la marca cervecera.

José María Parrado, empresario que otea la ciudad desde la terraza de Martinez y da vida al barrio del Raval con Cañete, reabrirá el emblemático La Dama (Diagonal, 423) con otros socios a finales de noviembre. Mantendrá el nombre y apostará por una «cocina de Barcelona» cuidada cuyo precio medio rondará los 80 euros. Ese mes, otro empresario, Tomás Tarruella (cofundador de Grupo Tragaluz y propietario de Gallito y Palmito) abrirá El Ninot Cuina en el mercado homónimo, donde hará cocina con producto de allí.

Los dueños de Suculent y La Taverna del Suculent (Rambla del Raval, 39 y 43) añadirán en el número 45 del paseo un nuevo local: 4 amb 5 Mujades. Homenajeará a la payesía de hace un siglo (una mujada es una medida que se usaba antaño y que equivalía a media hectárea). La carta será vegetal y la carne o el pescado solo se usará en las bases; que nadie vaya en busca de un filete porque no lo encontrará. La carta se complementará con vinos biodinámicos. El chef será Toni Romero, que también está al frente de Suculent.

La pastelería Airó, emblema en la zona alta (Mandri, 29), se convertirá en un bar de tapas llamado Chico, donde habrá una gran barra en la que se cocinará a un lado y se comerá en el otro. «Cocina de mercado a la plancha o al carbón con producto de temporada», resume uno de los socios del local, Gonzalo Ros.

Los hermanos Iglesias (Rías de Galicia, Espai Kru, Cañota...) tendrán listo Bobo Pulpín, detrás de la catedral; «una pulpería familiar, informal, moderna y asequible», en palabras de Juan Carlos Iglesias.

DICIEMBRE

Comida catalana en el Palau Moja

Casi en diciembre, el Palau Moja, en la esquina de Ramblas con Portaferrissa, tendrá un espacio dedicado a promover Catalunya entre los turistas a través de la cultura y el paladar, ya que también tendrá una cafetería que trabajará el producto autóctono de calidad que también venderá en una tienda. Para diciembre, Tarruella prevé estrenar un vegetariano «para no vegetarianos» en la calle de la Reina Cristina.

2016

Carles Abellan, Jordi Cruz y Albert Adrià

Entre finales de este año y principios del que viene, Carles Tejedor estará se involucrará en el proyecto de los empresarios que están detrás del éxito del faraónico El Nacional, cuya dirección gastronómica corre a su cargo. Entre diciembre y enero pondrán en marcha en los antiguos cines Capsa (que luego fueron una tienda de muebles) una superbrasería que mimará la carne de bovino. Ni más ni menos que 1.000 metros cuadrados. Quién dijo miedo si en El Nacional son 2.600 y los llenan. Carles Abellan volverá al ataque con Tapas 24 del Mar, en el paseo Joan de Borbó. «Habrá una barra única con platillos de estilo marinero de siempre pero actualizados con productos de la Llotja de la Barceloneta», avanza el chef.

En enero, Vilà reabrirá en enero el restaurante con estrella Michelin Alkimia (cerró en agosto por traslado) en el primer piso de la antigua fábrica Moritz. Y Jordi Cruz se hará cargo de The Mirror (Còrsega, 255) que hasta hace poco dirigía Paco Pérez. «Será un bistró cosmopolita, urbanita, con grandes recetas de todo el mundo, donde comer bien y rápido, con buenos vinos», promete Cruz.

Para primavera del 2016 está pendiente el enorme Cañota de 1.000 metros cuadrados de comedor y 1.000 más de jardín interior que los Iglesias, que tienen planes de abrir a medio plazo un restaurante en el Camp Nou, inaugurarán en la calle de Enric Granados, con una carta algo más sofisticada que en el restaurante original de la calle de Lleida. También el año que viene se renovará Gresca (Provença, 230), de Rafa Peña, que pretende ampliar el negocio con un bar de vinos al lado.

Bien entrada la primavera del año que viene, tendrá lugar una de las aperturas más esperadas del 2016: Enigma (en Sepúlveda con Entença), de Albert Adrià, cuyo menú degustación maridado con cócteles creativos será «más estratosférico y más vanguardista» que el de 41º, local al que sustituye.