monas monísimas

El chocolate reina en las monas de Pascua

Los héroes de los dibujos animados, la fantasía y el Barça coronan los dulces típicos de las fiestas

Bocí, en Via Augusta de Barcelona, tienea punto la vitrina para estas fiestas.

Bocí, en Via Augusta de Barcelona, tienea punto la vitrina para estas fiestas.

LAIA ZIEGER / Barcelona

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A todo el mundo le gusta el chocolate. Este es el argumento de Cristina Massagué, en defensa de las monas de Pascua. Para la propietaria de la pastelería barcelonesa Bocí (Via Augusta, 112) son el monumento más sabroso a esta tradición hecha dulce. «Hace unos años que las figuras se venden más que los pasteles, ya que se trabajan de una forma muy espectacular y son apreciadas por todas las edades». El único cambio registrado durante décadas radica, según la pastelera, en una cuestión de paladar: mientras a los pequeños les suele gustar más el chocolate blanco o con leche, sus mayores tiran más hacia el negro. Por esta razón, en Bocí tienen clara la fórmula: combinan las tres variedades en muchas piezas, para compartirlas en familia.

Otra particularidad del descomunal catálogo de esta pastelería, con más de 80 modelos de monas (con precios según tamaño y complejidad), es que cuenta con numerosas figuras pensadas para los mayores de edad como, por ejemplo, un ajedrez, figuras del tangram o incluso un iPad de chocolate ideal para los más geek.

También están las piezas que rinden tributo al Barça aunque su éxito de ventas viene condicionado por los logros en el campo del equipo de Iniesta. «Este año, por cómo están yendo las cosas, es una enigma saber si van a tener mucha salida o no», declara Massagué, que explica por otra parte, que las tendencias en monas infantiles vienen este año muy marcadas por las películas de animación más taquilleras. Otro clásico. «Debemos estar informados de los personajes de ficción más populares, para asesorar adecuadamente a los padrinos y que queden bien con sus ahijados». Y este año han tomado las pastelerías los muñecos de filmes y series infantiles como FrozenGru, mi villano favoritoDoraemonAvionesPeppa Pig y los clásicos muñecos de Disney que siguen levantando pasiones entre los más pequeños.

Algunos de estos personajes también se han asentado en la pastelería de Christian Escribà (Rambla de les Flors, 83, y Gran Via de les Corts Catalanes, 546), que además ha querido rendir su particular y original tributo a Masterchef con una mona personalizada, que demuestra el tirón mediático de este programa televisivo. Otra de sus originales propuestas son sus gallinas y pollitos que se presentan en formato cake pops (pastelitos presentados como piruletas), una de las últimas tendencias en repostería creativa.

HUEVOS REVOLUCIONADOS / Los huevos de Pascua son los reyes indiscutibles de la chocolatería Enric Rovira (calle de Sant Geroni, 17, Barcelona), que para esta edición se ha inspirado en la forma de la mazorca de cacao. El pastelero Oriol Balaguer (plaza de Sant Gregori Taumaturg, 2) también ha ido por este camino y su imaginación desbordante le ha llevado a crear la espléndida colección conceptual Huevos en deformación.

En BcnCookies (calle de Aiguablava, 82 ), prefieren apostar por huevos planos rellenos de arroz inflado y galleta, que ya se han convertido en su buque insignia. Otra de las especialidades de la casa son las monas por encargo, «a lo bestia», según el pastelero Jordi Farrés, que precisa que ya ha hecho un cohete espacial con estética retro de un metro de altura y una guitarra a tamaño real, por ejemplo.

CLÁSICOS / En cuanto a valores seguros, siguen causando furor las figuras de animalitos como las que comercializan en La Pastisseria (calle de Aragó, 228) y Victoria's Cakes (calle de Laforja, 17, y Balmes, 289), que estos días se han convertido en zoológicos repletos de búhos, peces, ranas y gallinas. Otros clásicos son los castillos encantados que se encuentran en Badia Roca (calle de Bassegoda, 56). Pero en este establecimiento siguen decantándose por la mona de bizcocho que, según ellos, es ideal para compartir durante la comida familiar del lunes de Pascua.

VUELTA A LOS ORÍGENES / Y para quienes huyan de la modernidad pastelera, Turris cuenta con la mona original: un brioche preparado con aceite de oliva y decorado con un huevo duro y plumas de colores. «Está buenísima y es muy sana porque no lleva lactosa ni mantequilla», explica Xavier Barriga, el maestro panadero de este establecimiento de la calle de Aribau, 158, antes de añadir: «Combina a la perfección con un trozo de chocolate». No cabe duda de ello. La mona y el chocolate de siempre.