tendencia en alza

Adiós a la fiambrera

Los locales de comida preparada triunfan por variedad, calidad y precio

Clientes en la tienda de Tento en Consell de Cent con paseo de Sant Joan.

Clientes en la tienda de Tento en Consell de Cent con paseo de Sant Joan.

FERRAN IMEDIO / BARCELONA

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La fiambrera está en el punto de mira. Son varias las cadenas de establecimientos que han decidido declararle la guerra a base de variedad, precios, calidad y rapidez. Porque en un pispás sirven buenos platos caseros (hay decenas a elegir) por la mitad de lo que cuesta un menú de mediodía. Eso sí, la mayoría de las veces son para comer en el trabajo porque estos locales apenas tienen habilitado un espacio para comerlos ahí mismo.

Hasta hace poco, las tiendas de comida para llevar trabajaban más los fines de semana y festivos (pollo a l'ast, croquetas...). Y entre semana, la gente que no va a comer a casa debía acabar con sus huesos en un restaurante con menús de mediodía o llevándose la fiambrera. Tento, Nostrum y Pronto apuntan a estos últimos, aunque no renuncian a los primeros. Cada uno con sus armas, pero siempre con esas cuatro claves: variedad, calidad, precio, rapidez. Servicios, los justos: un microondas, acaso unas mesas en una atmósfera donde prima lo práctico más que lo cómodo o bonito... y poco más.

DISCÍPULO DE RUSCALLEDA / Tento, que con 50 locales en Barcelona, Madrid, Zaragoza y Tarragona, ofrece un centenar de platos entre primeros, segundos y postres hechos cada día con producto fresco y firmas de referencia, como pastas Barilla, yogures Pastoret y pan premium de Fripan. «La gente sabe lo que le cuesta la cesta de la compra y lo que cuesta hacérselo todo en casa. Y sabe que es más cómodo y no mucho más caro comer así», reflexiona Àngel Bosch, responsable de Tento, que apuesta por ofrecer precios iguales para cualquier tipo de plato: da igual si el producto es caro o barato. «Aquí se come según los gustos y no los precios», añade Bosch. De ahí que cualquier plato valga 3,25 euros, y que el menú (primero, segundo, postre, agua y pan) cueste 6,95. Otra clave es la calidad. En los fogones tiene a un discípulo de Carme Ruscalleda, Andreu Bosch. Pronto también escogió a un buen chef: Ismael Alonso, ahora en el Hotel Mandarin Oriental de Barcelona, para que diseñara la carta.

Y otra clave más, como apuntan en Nostrum (venden platos a uno, dos y tres euros), es el tiempo. «La gente dejará de cocinar en el día a día para dedicar su tiempo a hacer otras cosas y solo lo hará por ocio. Vendemos tiempo», explica una portavoz de la marca, con más de 50 tiendas. «Cierto -corrobora Marc Carreño, de Pronto, última firma en llegar-. No es solo una cuestión económica, que también, sino de tiempo. Y de confianza porque el cliente sabe que pasamos muchos controles sanitarios y lo hacemos como en casa». Casi como se hace, aunque cada vez menos, con las fiambreras.