Tarantino enamora al fin a su actriz fetiche

En las relaciones entre los directores de cine y sus musas suele haber algo más que admiración mutua y una confianza especial asentada en la química. Algunas acaban en la cama o florecen en el ámbito sentimental, como les pasó a Woody Allen y Diane Keaton, o a Alfred Hitchcock y Tippi Hedren. A esta lista también podrían haberse sumado Quentin Tarantino y Uma Thurman, después de muchos años de rumores que proclamaban el amor más o menos platónico del enfant terrible de Hollywood hacia su musa. El pasado martes, los paparazis los cazaron besándose apasionadamente a las afueras de un restaurante de Beverly Hills. Thurman había roto hace pocos meses los planes de boda con Arpad Busson, el padre de su tercer hijo. Tarantino, en cambio, lleva mucho tiempo casado consigo mismo.

La relación profesional entre ambos se inició hace dos décadas con el rodaje de Pulp Fiction y siguió con las dos entregas de Kill Bill, aquella saga bastante gore de samuráis en la que Thurman ejerce de heroína pero recibe más palos que un saco de boxeo. Para ser su musa, casi la rompe.

«Creo que, en realidad, somos gente muy diferente, pero eso es lo que hace divertido estar juntos», dijo ella en una entrevista en el 2004. «Él es una persona muy extrovertida y pública. Yo soy muy introvertida. Tenemos un carácter muy distintos». Será que el tópico también funciona esta vez porque el beso del martes, antes de que cada uno se marchara del restaurante en coches diferentes, parece confirmar los rumores relanzados durante el pasado Festival de Cannes.

COMPARTIERON VILLA EN LA COSTA AZUL / En la Costa Azul apenas se separaron. Posaron juntos en la alfombra roja antes del estreno de Clouds of Sils Maria, el nuevo trabajo de Olivier Assayas, asistieron al pase de Un puñado de dólares y se abrazaron con John Travolta para celebrar en la playa el 20º aniversario de Pulp Fiction. Según la revista US Weekly, también compartieron villa durante su estancia en el festival cinematográfico.

«Tuvieron algo antes y se han vuelto a juntar recientemente», decía una fuente de la revista cercana a la pareja. «Él la ha querido desde hace años». Thurman estuvo casada durante cinco años con el también actor Ethan Hawke, con el que tuvo dos hijos, y más tarde se comprometió con Arpad Busson, un financiero multimillonario con el que tiene una niña de casi dos años. Tarantino, en cambio, es un lobo solitario, casado con su cine, pese a las relaciones pasajeras que se le han atribuido con Sofia Coppola, Mira Sorvino y Julie Dreyfus.

«Siempre ha habido una atracción. Ella se ha dejado querer de vez en cuando y es así como ha funcionado su relación», decía otra fuente de US Weekly. Tarantino dijo una vez que, probablemente, hasta que tenga 60 años no se casará o tendrá hijos. Le quedan nueve. Tiene 51.