Sharon Stone, en el salón de los mimos

Ya apenas se la ve el pelo en la gran pantalla, pero la rubia sex symbol de los años 80 y 90 continúa cuidándose para seguir luciendo espectacular a los 57 años y no decepcionar a sus incontables fans. Sharon Stone acudió el lunes a un salón de belleza de Beverly Hills (Los Ángeles), donde viven muchas de las celebridades de Hollywood, y se dejó mimar por las, al menos, tres profesionales que la atendieron al unísono (asiáticas, para más información). A las divas no se las hace esperar, y así, mientras una la masajeaba cuello y espalda, otras dos se repartían las tareas de manicura y pedicura.

Madre de tres hijos adoptados, la intérprete de la celebrada Casino de Martin Scorseseo la más reciente Aprendiz de gigoló, de John Turturro, aprovechó la sesión para leer en una revista un artículo sobre Chris Pratt, el último héroe americano, lanzado al estrellato por Jurassic World. Quedan lejos los tiempos en los que era ella la que copaba las portadas, especialmente tras protagonizar en Instinto básico el cruce de piernas más famoso del celuloide.